Casi 40 años después de la primera intentona para lograr la protección monumental del histórico parque enciclopédico O Pasatempo de Betanzos, la Xunta ha resuelto iniciar los trámites para declararlo Bien de Interés Cultural (BIC). La decisión de la Consellería de Cultura se adopta un año después del derrumbe de un mural que disparó todas las alertas y tras décadas de fallidas campañas para frenar el deterioro y rehabilitar el que podría considerarse como el primer parque temático de España.

Betanzos presume con razón de poseer uno de los rincones más singulares de España, un parque enciclopédico ideado por dos hermanos indianos a principios del siglo XX que sorprende a los visitantes con sus relieves, esculturas, murales, grutas y estanques.

Este jardín modernista, precedente histórico de los modernos parques temáticos, en el que los García Naveira recrearon lo visto y soñado en sus viajes por el mundo, ocupó en sus buenos tiempos un lugar de honor en las guías europeas de turismo.

Llegó la Guerra Civil, el expolio, la destrucción de bienes, la reutilización de parte del recinto como campo de prisioneros y una larga agonía de la que se recuperó a duras penas tras una inversión millonaria de Xunta, Diputación y Concello en los años noventa.

El parque betanceiro recuperó entonces parte de su pasado esplendor, aunque su extensión había quedado ya muy mermada y buena parte de los conjuntos escultóricos de O Pasatempo habían caído en desgracia o emigrado a otros puntos de España.

La falta de mantenimiento y de interés por su conservación, que entró en colisión con operaciones inmobiliarias en su entorno, propició en las últimas décadas un nuevo y lento declive cada vez más patente en la suciedad que cubre las esculturas, el óxido de pasarelas, las fuentes sin agua o los relieves deslucidos y rotos.

El abandono no ha respetado siquiera el recuerdo de su creador, Juan Naveira, que se hizo inmortalizar a lomos de un dromedario y que hoy apenas es reconocible con los pies amputados y el rostro oculto por una gruesa capa de mugre.

La ruina también se ha cebado con el colosal león que preside el recinto, mancillado con pintadas, y con las esculturas decapitadas y mancas que dan la bienvenida a un mirador construido en los noventa y que no llegó a utilizarse.

El derrumbe hace un año de parte del mural del estanque de la gruta disparó definitivamente las alertas. El desprendimiento puso en marcha en 2017 la enésima campaña vecinal para salvar O Pasatempo, en la que se reclamaba con el aval de 10.000 firmas una intervención inmediata de las instituciones.

El clamor vecinal cosechó buenas palabras por parte de todos los interpelados, pero los meses pasaron con las administraciones implicadas enzarzadas en una discusión bizantina sobre su papel en la rehabilitación.

La iniciativa de la Xunta que abre ahora la puerta de la salvación para O Pasatempo, a petición del Concello de Betanzos, llega junto con el compromiso de la Diputación de dedicar 600.000 euros a la rehabilitación del emblemático parque monumental. Ahora falta por fijar la partida autonómica.

Para lograr la efectiva rehabilitación tantos años postergada de O Pasatempo, la tramitación del expediente BIC, que puede dilatarse hasta dos años, debe acompañarse de la inversión necesaria. Y de algunas acciones urgentes para frenar el irreversible deterioro de algunos elementos del conjunto monumental en peligro.