Eduardo Pondal es el bardo de Bergantiños que narra y canta poéticamente el bello paisaje, las costumbres ancestrales y la idiosincrasia de la raza celta gallega del mítico Breogán. Es, además, uno de los precursores del resurgir de la lengua y de regionalismo gallegos reclamando libertad, igualdad, progreso y desarrollo económico para el pueblo gallego. Su amigo, Manuel M. Murguía, en su libro Los precursores, lo cita como uno de ellos considerándolo "hermano suyo por raza, por país y por religión de los usos de la patria".

Eduardo María González Pondal y Abente nace en Ponteceso, provincia de Coruña, el 8 de noviembre de 1835. Es un tiempo de guerra civil entre españoles absolutistas partidarios del Antiguo Régimen y de Carlos Hugo, hermano del rey Fernando VII, y españoles liberales partidarios de la Constitución de Cádiz de 1812 y de la reina Isabel II, hija de dicho rey; y en plena convulsión religiosa entre las relaciones del Estado liberal español y Iglesia católica por la desamortización de sus bienes y derechos.

Es hijo Juan González Frois y de Ángela Abente Chana, de origen hidalgo, emigrantes de las Indias de América, de donde había traído una pequeña fortuna que servirá de renta a su familia y a él. Su madre muere al año de su nacimiento, quedando al cuidado de sus hermanas que le inician en las primeras letras. Estudia gramática, latín y griego en una escuela que el párroco de Touriñan tenía en Vilela de Nemiña.

En el curso académico de 1847 a 1848 inicia los estudios de bachillerato en Santiago de Compostela. Terminados en 1854, estudia Medicina en la Universidad compostelana cuya carrera termina en 1860. Frecuenta El Liceo de la Juventud, centro donde militares, estudiantes y empleados organizaban fiestas, bailes, representaciones teatrales y tertulias literarias, en un ambiente romántico. Allí conoce y hace amistad con Aurelio Aguirre, Rosalía de Castro, Manuel M. Murguía, Neira Mosquera, Rodríguez Seoane, Rúa Figueroa y Fernández Anciles.

Su figura esbelta y romántica, pelo negro, ojos profundos, andar elegante, y su poesía lírica y su entusiasmo por la cultura y por la política democrática social progresista gallega despierta interés y admiración entre juventud femenina proporcionándole varias relaciones amorosas y conservándose célibe toda su vida.

Participa en el famoso Banquete de Conjo, de estudiantes y artesanos, donde pronuncia un Brindis poético de contenido político pidiendo la igualdad, hermandad y libertad del pueblo gallego. Por ello es procesado por la Audiencia Provincial de A Coruña, salvándose de su deportación a las Islas Marianas por la oposición del fiscal de Santiago ante pena tan rigurosa.

El 2 de junio de 1861, participa en los Juegos Florales de Galicia, organizados por la condesa Pardo Bazán y por Benito Vicetto en Coruña, en cuyo álbum aparece A campana de Allons, poema de 12 versos en gallego, lleno de melancolía y de expresión sentida de su amor a su tierra de Bergantiños.

Convocadas unas oposiciones al Cuerpo de Sanidad Militar, el 16 de marzo de 1863, toma parte en ellas, las aprueba e ingresa en dicho Cuerpo. Es destinado a la fábrica de fundición y de armas de Trubia, Asturias, donde permanece poco tiempo, debido a la fuerte disciplina que había en dicho centro y a su carácter liberal y romántico poco disciplinado. Pide permiso de un mes por asuntos propios, pero no regresa a su destino siendo dado de baja de dicho Cuerpo, el 17 de febrero de 1864.

En 1877, publica su primer libro, Rumores dos Pinos, compuesto de 12 poesías en gallego y en castellano, donde versifica temas románticos, costumbres y paisajes de sabor celta. Participa en las tertulias de la Cova Céltica de Coruña, en compañía de Manuel M. Murguía, las cuales influirán y perfeccionarán su ideología y su composición poética gallega de inspiración celta.

En adelante, la temática de sus versos y poemas será la raza celta, escritos en gallego bajo formas simbólicas y aristocráticas, imprimiendo a sus composiciones un tono intelectual un tanto impopular; de ahí que no sea tan leído y conocido como es Rosalía de Castro y Curros Enríquez.

Se relaciona íntimamente con los intelectuales y poetas portugueses sintiendo gran afecto por el pueblo portugués, por su lengua y literatura, y admirando a Comoens, inspirador de su poema Os Eoas. Colabora en varios revistas nacionales e internacionales.

Desde Ponteceso, viajaba lo más posible a Coruña, donde pasa temporadas en tertulias y convivencias, en la Cova Céltica, en la Unión Recreativa e Instructiva de Artesanos, en el Casino, la Sociedad Cooperativa Militar y Civil y en la Academia Gallega. Es muy solicitado para presidir comisiones, juegos florales, certámenes literarios y para informar sobre cuestiones importantes gallegas.

Su obra literaria escrita son Rumores de pinos, publicada en Santiago de Compostela, en 1877, compuesta de 21 poesías en gallego y castellano, en la que nos da a conocer sus más íntimos secretos, los recuerdos de su infancia, las primeras impresiones de un amor contrariado, los sitios y aflicciones de su juventud,

en una palabra, su alma y la de su país,

Bergantiños.

Queixumes dos pinos, editada en Coruña, en 1886, donde inserta algunos poemas de su libro anterior manteniendo y ampliando esta misma temática bajo una forma lingüística e ideológica más perfeccionada. A compana d´ Allons, compuesta de 81 estrofas y el Dolmen de Domate, ambas publicada en Coruña, en 1895.

Otras obras suyas son Os Eoas imitando

As Lusiadas de Comoens, Os Servos, Procelarias y el famoso O Brindis del Banquete de Conjo, A Fala y Os Pinos. En A Fala, llama a la habla gallega, "nobre e harmoniosa fala de Breogán, fala boa, de fortes e grandes sin

rival".

En Os pinos, exclama, "desperta do teu sono, fogar de Breogán... os tempos son chegados... pois onde quer xigante a nosa voz pregoa a redención da boa nazón de Breogán... teus fillos vagarosos en que honor só late a intrépido combate dispondo o peito van, se por ti mesma libre de indigna servidumbre e de oprobioso alcume, rexión de Breogán". De esta composición poética está tomada la letra del Himno de Galicia, cuya música es de Pascual Veiga.

Fallece en su casa y pueblo natal, Ponteceso, el 8 de marzo de 1917.