Desde hace tiempo se sabe que consumir aceite de oliva aporta numerosos beneficios cardiovasculares. Ahora, los investigadores del laboratorio de Interacciones Neuroendocrinas en Enfermedades Reumáticas e inflamatorias del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), que dirige Oreste Gualillo, añaden una nueva propiedad a este producto: la antiinflamatoria. El estudio in vitro realizado por los investigadores gallegos y que publica la revista científica internacional Arthritis & Rheumatism demuestra que el oleocanthal, un derivado químico presente de forma natural en el aceite de oliva extra virgen es un potente inhibidor de la respuesta inflamatoria en las células del cartílago articular.

Esto convierte a esta molécula química en un potencial fármaco antiinflamatorio no esteroideo de origen natural que podría tener importantes aplicaciones farmacológicas en el tratamiento de enfermedades reumáticas como la artrosis y la artritis reumatoide. "La molécula del oleocanthal funciona exactamente igual que el ibuprofeno y el mecanismo de acción descrito es idéntico al de éste como inhibidor de enzimas de respuesta inflamatoria", afirma Gualillo.

Este estudio prueba, por primera vez, que esta molécula química, además de retraer la enzima ciclooxigenasa (COX-1 y COX-2), inhibe también la actividad del óxido nítrico sintasa inducible (NOS2), que está implicado en enfermedades del cartílago como la artrosis y otras patologías que afectan a las articulaciones, como la artritis.

Sin embargo, aún habrá que esperar hasta que el oleocanthal pueda ser empleado como fármaco, ya el estudio es sólo el primer paso paso de una investigación más amplia y detallada sobre esta molécula como antiinflamatorio que prevé pruebas farmacológicas in vitro en modelos experimentales en animales, aunque los resultados obtenidos hasta el momento ya revelan que el consumo de aceite de oliva extra virgen puede tener efectos beneficiosos en las personas que padecen enfermedades como la artritis o la artrosis reumatoide.

"Estamos pendientes de recibir el fármaco del oleocanthal que han sintetizado químicos de la Universidad de Pensilvania, pero esperamos poder comenzar con la fase de experimentación en animales dentro de un par de meses", explica Gualillo, que añade que los resultados de esta fase serán los que determinen si se inician el ensayo clínico en humanos.

"Las aplicaciones de esta molécula química en posibles tratamientos farmacológicos no son inmediatas, pero los resultados in vitro nos hacen comprender cómo microelementos que pueden estar presentes en la dieta pueden contribuir a prevenir o paliar ciertas enfermedades", insiste el científico.

El oleocanthal está presente en mayor o menor medida en todos los aceites de oliva extra, aunque es en los producidos en la zona sur del Mediterráneo en los que en mayor proporción se da. Se trata de una molécula detectable incluso por el gusto, ya que es la responsable del sabor picante e irritante que tienen algunos aceites de oliva.

En el estudio del CHUS colaboran investigadores del Departamento de Química de esta universidad estadounidense y del Departamento Experimental de la Universidad de Nápoles Federico II.