El curso universitario arrancó ayer oficialmente sin que las instituciones académicas sepan aún con qué dinero van a contar el próximo año, porque el plan de financiación todavía está en proceso de elaboración. Pero como ya saben que las crisis y las restricciones presupuestarias les van a afectar, el rector de Santiago, Juan Casares, reclamó ayer, en nombre de las tres universidades, que la Xunta conceda prioridad al gasto en la educación superior. "Sería un error reducir el gasto público y privado durante esta crisis económica, ya que tendría un impacto negativo directo sobre el crecimiento futuro", dijo el rector en el discurso de apertura del curso, echando mano de unas declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso.

Recortes habrá, pero, como advirtió el presidente de la Xunta en la réplica, el Gobierno gallego no hará de la universidad "una de las víctimas principales de la crisis". Y en este contexto, en el que los recursos "son más limitados que nunca", Alberto Núñez Feijóo propuso a las universidades que apuesten por la cooperación, que busquen alianzas para aprovechar todas las posibilidades y ventajas y que saquen el máximo rendimiento a la "riqueza del capital humano".

Para reforzar su consejo en favor de la colaboración, el presidente de la Xunta recurrió continuamente al proceso de fusión en el que están inmersos las dos cajas de ahorro de Galicia. Esta integración, dijo, es una "lección de la cátedra que es la sociedad" y forma parte de un "nuevo paradigma de cooperación" en Galicia que da mayor sentido a palabras como "diálogo, fusión, convergencia, cooperación o acuerdo".

Una fusión de las universidades es impensable, pero el presidente de la Xunta citó la integración de las dos cajas como la prueba de que la cooperación es totalmente viable por encima de las incertidumbres o los localismos.

Sobre el dinero que el Gobierno gallego destinará a la universidad el próximo año, Feijóo no dio detalles, pero sí dejó una advertencia, tras incidir en que nadie puede olvidar las "dificultades y los graves problemas" a causa de la crisis. "Habrá que afrontar decisiones", dijo, para añadir que espera que se tomen "con el concurso de todos", en una llamada a la comprensión por parte de los rectores sobre el escenario presupuestario que maneja la Xunta para los próximos años.

Una aproximación al dinero con que contarán las universidades se podrá tener el próximo lunes, cuando la comisión de financiación se reúna para tratar de consensuar los indicadores que servirán para fijar la distribución de los fondos entre Santiago, Vigo y A Coruña.

El discurso de apertura del curso universitario le tocó este año al rector de Santiago, elegido en el cargo hace un par de meses. El acto estuvo arropado por representantes de toda la clase política y sólo se tuvo que excusar el conselleiro de Educación, que nada más comenzar la ceremonia le avisaron que debía coger avión para no perder un enlace con Bruselas.

Receta contra la crisis

Juan Casares insistió en reclamar una financiación acorde para la universidad. "Invertir más en educación e investigación ayudará a Europa a salir de la recesión más rápidamente y en mejores condiciones", enfatizó el rector, volviendo a recurrir a Durao Barroso. "Es imperativo que la sociedad gallega, a través de sus representantes, asuma el compromiso con el Sistema Universitario Galego, priorizando el apoyo a su actividad y a su desarrollo para garantizar un futuro de más bienestar", añadió de su cosecha.

La lección magistral de apertura del curso correspondió al catedrático de Medicinal Legal de Santiago, Luis Concheiro, quien cuestionó la reforma de la ley del aborto impulsado por el Gobierno, de la que puso en duda que resulte un "progreso" por su permisividad. El profesor también censuró el elevado índice de conflictividad judicial por la práctica médica, por la razón de que lleva a los profesionales a un comportamiento defensivo, manifestado en el abuso de pruebas diagnósticas complementarias, que a su vez incrementa el gasto sanitario.