Asegura que la definición de purgatorio del Papa no es algo novedoso sino que forma parte del "conocimiento común teológico" desde hace años y que una situación similar viven otros términos de tradición católica como el infierno o el paraíso. Prueba de ello es que el teólogo coruñés Andrés Torres Queiruga ya analizó estas cuestiones en su obra ¿Qué queremos decir cuando decimos infierno?

-¿Suponen las palabras de Benedicto XVI un cambio en el concepto de purgatorio que tiene la Iglesia?

-Para nada, lo único que demuestra es la ignorancia teológica que vive nuestra sociedad actual ya que afirmar que el purgatorio no es un lugar físico forma parte del conocimiento común teológico desde hace años.

-Entonces, ¿en qué consiste exactamente el purgatorio?

-Se trata de un proceso espiritual interno. Es lógico pensar que, dado que nadie muere siento totalmente bueno, hay una especie de conversión y purificación en el encuentro con Dios.

-Las representaciones tradicionales de este concepto religioso, ¿han provocado que la población tenga una visión errónea del mismo?

-Sí y el hecho de que la predicación no esté muy actualizada en este sentido también contribuye a que la población desconozca el verdadero significado del purgatorio. En este sentido hay que decir que las palabras del Papa son positivas porque ayudan a que los católicos comprendan que el objetivo no es convencer a Dios de la purificación de nuestros pecados para que sea bueno y nos libre de las penas del purgatorio. Lo fundamental es alimentar nuestra fe y nuestra esperanza en que el encuentro con Dios será para todos salvación definitiva.

-¿La misma confusión existe con el infierno y el paraíso?

-Sí. Tanto el infierno como el paraiso y el purgatorio son cuestiones que sobrepasan el espacio y el tiempo y por tanto no hay que hacer una descripción física de una geografía celestial. Aluden a procesos espirituales que intuimos a la luz de las experiencias reales que vivimos en nuestra vida presente y que tratamos de expresar con símbolos que animen nuestra esperanza.