La llegada de septiembre también significa una vuelta a la rutina para los más pequeños de la casa. Para evitar problemas de adaptación en el regreso al colegio, psicólogos y pedagogos gallegos recomiendan que los niños recuperen, de forma paulatina, los hábitos escolares varios días antes del inicio del curso. "Es conveniente acomodar tanto el horario de sueño como de las comidas una semana antes de empezar el colegio", explica la presidenta de la Comisión de Psicología Educativa del Colegio de Psicólogos de Galicia, Olegaria Mosqueda.

Pese a que los niños llevan mucho mejor que los adultos el regreso al trabajo, habrá quienes el próximo 12 de septiembre -día que inician las clases los alumnos de Infantil y Primaria en Galicia- reciban el nuevo curso en medio de llantos. La clave para que los pequeños comiencen las clases con alegría está en la motivación, algo de lo que deben encargarse los padres. "Los niños tienen que ver que el inicio del curso no es algo negativo. Lo más importante es decirle que va a aprender muchas cosas, que ir al cole es una oportunidad muy buena", explica Mosqueda, quien recomienda estimular a los niños con los temas que les causan un interés especial. "Si a nuestro hijo le gusta la pintura hay que decirle que va a aprender a hacer trabajos manuales, si le gusta la naturaleza que le enseñarán el nombre de muchos animales", afirma la psicóloga. Si pese a todo persisten los llantos, los expertos aconsejan a los padres demostrar al niño que hay confianza con sus profesores y permitir a los docentes -que ya están preparados para estos casos- que motiven y distraigan la atención de los pequeños.

Para el presidente de la Asociación Profesional de Pedagogos de Galicia (Apega), José Manuel Suárez, la principal motivación para los alumnos son los amigos. "Después de estar apartados todo el verano los niños se vuelven a encontrar con sus amigos del colegio. Volver a jugar con ellos y contarse sus experiencias de las vacaciones es la primera motivación de los más pequeños", explica el pedagogo.

Reencontrarse con los amigos es una estimulación que se acentúa en el caso de los adolescentes. "Los más mayores están deseando que empiece el instituto. De hecho cuando tienen exámenes de septiembre los que han aprobado se acercan hasta el instituto porque desean ver a sus amigos", asegura Mosqueda, y explica: "En esas edades la fuerza y el vínculo del grupo son algo muy importante. Lo que más desean es estar juntos y reemprender las actividades que realizaban durante el curso con su pandilla del instituto".

Tanto adultos como niños necesitan volver a la rutina después de varios meses de vacaciones, pero, según Mosqueda, los segundos se adaptan mejor a la hora de reemprender los hábitos. "En las vacaciones vemos cansados a nuestros hijos y es por el desajuste horario que se produce en verano. Lo pasan bien y les gustan las vacaciones, pero volver a la normalidad, a sus actividades, a sus compañeros y a sus rutinas les proporciona seguridad", afirma esta psicóloga gallega.

Otra de las recomendaciones de los psicólogos es que los padres se impliquen y ayuden al niño a establecer unos hábitos diarios de estudio. "Los niños dicen que no tienen nada que hacer. Hay que enseñarles desde muy pequeños que esto no importa, que hay que repasar ya desde los primeros días lo que han visto en clase o hacerles leer algún libro un rato. Crear un hábito de estudio que les va a ayudar en su futuro académico", indica Mosqueda.