La educación es un campo donde el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo cree que la Administración podría ahorrar y ayer aprovechó una propuesta del rector de la Universidade de Santiago (USC) para reivindicar un aumento de las tasas por matricularse en la educación superior y un cambio en el sistema de becas. Para Juan Casares Long, abordar la financiación universitaria y el sistema de becas "es inevitable", si bien reconoce que "nadie quiere hablar de él porque es impopular".

Feijóo se agarró a estas palabras y deslizó que "las matrículas universitarias son en algunos casos inferiores al coste de un colegio privado en Secundaria" y lanzar así este debate al ruedo público, a la par que el análisis sobre nuevas "prestaciones farmacéuticas". "Me parece una propuesta valiente y no improvisada", declaró sobre las declaraciones de Casares Long.

El presidente de la Xunta se declaró "firme partidario de las becas" pero para aquellos "sin recursos" o "con recursos escasos", pero no así en los casos "de los que tienen recursos". Eso sí, no aclaró su propuesta y devolvió la pelota al campo educativo. "Son los rectores los que deben hacer una propuesta y luego la Xunta establecerá una propuesta como administración educativa", explicó.

Feijóo reclamó no ceñir el debate a Galicia, sino extenderlo a "nivel nacional" para aplicarlo a todo el sistema educativo español.

Las propuestas de Feijóo se ciñeron ayer en la "racionalización" del gasto para cumplir los deberes impuestos por Europa y adaptarse a los nuevos tiempos. En este campo, sin embargo, recordó que la Consellería de Educación desde su toma de las riendas de la Xunta congeló las tasas de matriculación universitaria el año pasado y las actualizó conforme el IPC para el curso actual.

Y es que los recortes y la situación de las cuentas acapararon los focos en la sala de prensa. Allí, el presidente de la Xunta también echó un capote a los presidentes de Cataluña, Artur Mas, y Euskadi, Patxi López, por acometer duros ajustes. El primero introducirá el ticket sanitario, estableciendo un coste por receta de entre 20 céntimos y un euro con rebajas para enfermos crónicos, según informó ayer el periódico La Vanguardia.

Por su parte, el segundo político anunció una reducción de 100 millones de euros en salarios públicos. "Los presidentes autonómicos que quieren ser rigurosos no contarán con mi demagogia", zanjó Feijóo sobre estas decisiones.