Las farmacias urbanas reducirán un 30% las guardias nocturnas que realizan en la actualidad y las ubicadas en zonas rurales rebajarán la atención de noche hasta un 70% el próximo año. El objetivo no es otro que disminuir sus gastos en una etapa complicada para el sector, tanto por la crisis como por una caída de la facturación de un 20% debido a las medidas adoptadas tanto por la Xunta como por el Gobierno central que abarataron los medicamentos y que multiplicaron la dispensación de genéricos. Con la reducción de las guardias nocturnas, una iniciativa para combatir el actual panorama económico consensuada entre el sector farmacéutico y la Administración autonómica, las boticas afectadas por la reestructuración de la atención de noche podrán ahorrar hasta 1.700 euros al mes, lo que supondría unos 20.400 euros al año.

A partir del primer trimestre de 2012, mientras se realizan las adaptaciones legales necesarias para la reorganización de guardias y se le comunica a las boticas el nuevo calendario, habrá menos farmacias abiertas de noche en Galicia, no obstante, la reestructuración se realizará "con sumo cuidado", según explica el propio sector, de modo que ningún municipio o ciudadano quede desabastecido. ¿Qué ocurre? Que muchos concellos rurales se agruparán y solo dispondrán de una farmacia de guardia en uno de ellos. Xunta y colegios farmacéuticos garantizan que nadie tendrá que desplazarse más de 15 kilómetros (o 15 minutos) en coche para encontrar una botica abierta. Ese es el compromiso en esta negociación para que la población gallega perciba lo mínimo posible el cambio organizativo. Es decir, parte de la población rural que hasta ahora tenía la guardia nocturna en su municipio tendrá que desplazarse a partir de 2012 en caso de urgencia farmacéutica nocturna, modificación que se presenta como un mal menor ante la situación económica general y también del sector, que recientemente ha solicitado créditos para hacer frente a la factura de noviembre.

Los colegios farmacéuticos ya han hecho un borrador, pendiente del visto bueno de la Xunta, de cómo podría quedar el mapa de guardias, atendiendo al número de habitantes por zonas y a la demanda real de medicamentos por las noches para no malgastar esfuerzos y dinero. En definitiva, para que el servicio sea más eficaz. La reorganización es más sencilla en las ciudades: tanto A Coruña como en Vigo, según la propuesta de los colegios, pasarán de tener tres farmacias de guardia de noche a dos, de modo que se reduciría un 30% la atención nocturna.

En los municipios semiurbanos (entre 10.000 y 30.000 habitantes), que son 45 en la comunidad, pocas serán las modificaciones ya que la mayoría suele tener un Punto de Atención Continuada (PAC) y en estos casos los cambios normativos han de garantizar al menos una botica abierta. Es en el apartado de rurales (los de menos de 10.000 habitantes), que son el 80% de los municipios gallegos (257 de un total de 315 según el INE), donde el mapa de guardias cambiará más. Porque, además, es el grupo de boticas, según explica el propio sector, que tiene más problemas para afrontar las guardias nocturnas, teniendo en cuenta que si hay dos en el pueblo, cada una hace hasta dos semanas al mes de atención de noche. Esto supone un enorme gasto si se hace balance, además, de los escasos clientes a los que atienden en una noche. Colegios y sector se muestran prudentes hasta que la Xunta apruebe sus planes, pero ya prevén en sus mapas uniones de municipios para compartir botica de noche. Parte de las que hasta ahora hacían guardias nocturnas dejarán de hacerlas y otras, que rotarán con concellos limítrofes, podrán reducir la atención nocturna hasta un 70%. "Una farmacia rural que haga una semana de guardia al mes pasará a hacer una cada tres meses", explica José Luis Rodríguez Dacal, presidente de la Federación Galega de Farmacias. Según estima el Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, una noche de guardia supone un coste de 243 euros para cada farmacia; unos 1.700 la semana con servicio nocturno, que es un gasto que muchas boticas podrán evitar, prácticamente el salario de un empleado.

La medida fue anunciada el pasado mes de octubre por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a petición del sector para ahorrar costes, centrada en principio en las guardias en zonas rurales, quedando ya reflejada en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de 2012. Un mes después, el presidente amplió la opción de rebajar guardias también a las farmacias de las ciudades.

"La normativa que regula los servicios de urgencia por parte de las oficinas de farmacia de Galicia es del año 1999 y necesita una reforma para adaptarse a las circunstancias actuales", explica la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Pontevedra, Alba Soutelo, quien añade que la planificación actual "excede la demanda asistencial real, por lo cual es necesario disponer de un nuevo marco para ajustarlo". El Colegio de A Coruña lo confirma: "Se está tramitando en el parlamento una modificación en el artículo 17 de la Ley 5/1999 de Ordenación Farmacéutica, cuya previsión de publicación está fijada para finales de año". "Estadísticamente se ha comprobado que lo más común es que una farmacia (de guardia) dispense muy pocos medicamentos y en muchos casos ninguno en las franjas nocturnas. Mantener este servicio público sin demanda es algo que no parece razonable en el contexto actual de crisis", argumentan fuentes del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña.