Bienvenidos al futuro, debería rezar la inscripción de entrada a la cartografía del genoma humano. No es ciencia ficción. Diversos científicos vaticinan desde hace años que una máquina será capaz de leer el código genético de cualquier persona por un módico precio. Menos de mil euros. Y también, han pronosticado que esa sería la puerta a algo así como la medicina a la carta. Permitirá crear un "catálogo" de genes implicados en enfermedades y fármacos contra el cáncer tras identificar las mutaciones genéticas que intervienen.

Parece que el día está próximo. Gracias a los avances en la química y el software, los investigadores pronto podrían secuenciar un genoma humano por 1.000 dólares -790 euros-. Y en un día. Una empresa de EEUU (Ion Torrent) ya tiene la máquina "de escritorio", es decir, del tamaño de una impresora doméstica. Y anuncia que el nuevo secuenciador -llamado Ion Proton- se pondrá en marcha a finales de este año. Medios especializados aseguran que la compañía, que presentó el dispositivo en el Consumer Electronics Show de Las Vegas hace unos días, explicó que solo está disponible para investigadores.

El director general de la firma, Jonathan Rothberg, predijo que en 2013 su empresa desarrollaría un chip capaz de secuenciar todo el genoma humano. Y se adelantó. También el genetista José Luis Castrillo, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, aseguró en 2009: "En el plazo de dos años, cualquier persona podrá tener su genoma completo por solo 1.000 euros". El científico valenciano Santiago Grisolía, responsable de la Fundación de Estudios Avanzados ya consideró esta posibilidad en 2006: "En menos de cinco años" será posible "conseguir nuestro genoma por menos de mil euros", aseguró.

Aunque esa "profecía" necesita algo más que máquinas para demostrar su viabilidad, el inventor Rothberg anuncia un futuro en el que todo el mundo tendrá su genoma en un disco duro. La investigación genética del último lustro comprobó que los seres humanos están dotados de unos 20.000 genes. Y disponer de un mapa genético de cada individuo constituyeuna herramienta de primera fila para un clínico, porque facilitará la prescripción de tratamientos a la carta.

Proyectos enormes como el del Genoma de la leucemia linfocítica crónica que dirige el doctor Elías Campo, del Hospital Clínic de Barcelona, y Carlos Otín, de la Universidad de Oviedo, están haciendo uso de la "ultrasecuenciación" para la identificación de mutaciones genéticas que algún día permitan curar esa enfermedad.

El biólogo gallego José Manuel Castro Tubío, desde el centro de regulación genómica de Barcelona, aseguró ayer: "Lo que plantea esta empresa de Estados Unidos e secuenciar un genoma completo por mil euros. No cabe duda de que esto tendrá un impacto enorme a nivel clínico, ya que permitirá una medicina genómica personalizada. Dentro de poco, los centros sanitarios podrán permitirse tener el genoma completo de cada uno de nosotros y buscar las mutaciones específicas responsables de nuestras enfermedades. Esto, a su vez, permitirá desarrollar fármacos específicos para cada uno (fármacos a la carta). No es ciencia ficción: hoy en día es posible porque disponemos de las técnicas necesarias para llevarlo a cabo, solo necesitamos un salto en farmacología".