El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, planteó ayer la posibilidad de que los ciudadanos se hagan cargo del gasto de los medicamentos para combatir las dolencias menores y que la sanidad pública asuma el de los tratamientos de las dolencias más importantes. El responsable de la patronal farmacéutica precisó que esta idea es "distinta" a la opción de copago que se plantea desde algunas comunidades autónomas, sobre la que no quiso pronunciarse.

"El constipado me lo pago yo y que el Sistema Nacional de Salud (SNS) me cure el cáncer con los mejores tratamientos que existan", apuntó para ilustrar la idea de que en la situación actual de crisis económica no se pueden cubrir todos los ámbitos y "hay que optar", afirmó en el IX Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación, organizado por Farmaindustria en Almagro (Ciudad Real).

"El problema radica en que no podemos cubrir todo porque ponemos en riesgo la cobertura de las cosas esenciales. Hay que optar -insistió-. Y si se explica bien a los ciudadanos, que son los suficientemente maduros, la idea está clara: lo que tiene un coste asumible me lo pago yo pero quiero que el SNS me dé tratamiento si tengo sida, cáncer o estoy trasplantado".

Respecto al copago, sin embargo, no quiso valorar la medida y expresó el respeto del sector "con cualquier medida que decida el Gobierno", si bien reconoció: "Haría daño a la industria farmacéutica porque tiene un efecto disuasorio por el cual se consumirá menos y se venderán menos".

Arnés alertó de que, si no se encuentra una solución a la deuda hospitalaria con el sector, que cifra en más de 6.300 millones de euros, se podría llegar "en un periodo de tiempo no muy largo" a un desabastecimiento puntual de medicamentos. "Si esa solución no se encuentra pronto, el suministro de algunos medicamentos en algunos lugares puede llevar a que no pueda producirse", dijo.

En la misma línea se manifestó el subdirector general de Farmaindustria, Javier Urzay, quien recordó que las comunidades autónomas tienen de media una demora de 525 días en los pagos, "lo que supone que no pagan desde hace año y medio". "No se está cobrando prácticamente nada de las ventas corrientes y esta deuda está estrangulando a los proveedores y está situando a España en una situación muy negativa en el contexto internacional", dijo. Por ello, insistió en que "el Estado tiene que intervenir con un instrumento que lleve a este problema en cauces de normalidad". Además, reiteró que si no se ven gestos claros de pagos, cada compañía tendrá que tomar sus propias decisiones como ya está sucediendo en algunos hospitales y por parte de algunas compañías".

Con los tres reales decreto aprobados en 2010 y 2011, explicó, se ha generado un ahorro anual acumulado superior a 5.000 millones de euros, según datos de la propia Administración e impactos para la industria de unos 4.000 millones de euros. De hecho, el gasto farmacéutico público en 2011 ha bajado un 8,8% de media, si bien admitió que no afecta de manera igual a todas las farmacéuticas: mientras las compañías de genéricos han crecido hasta el 8%, las innovadoras han tenido pérdidas de hasta el 20%.

Arnés aseguró que la industria farmacéutica vive "el peor momento de su historia" y ante esta situación, la patronal aboga por "soluciones globales" que pasan por aspectos básicos sobre los que hay consenso: "considerar la sanidad como un capítulo prioritario en los presupuestos públicos, establecer una cartera de servicios acorde a los ciudadanos, acabar con las ineficiencias y conseguir la corresponsabilidad de todos los agentes implicados en el mejor uso de los bienes y servicios de salud".

"No tiene sentido que a estas compañías se les imponga reglas de actuación en que sus cuentas decrezcan de forma tan considerable y otras crezcan con valores enormemente elevados para el tiempo que vivimos", advierte, máxime teniendo en cuenta que "es un mito que se gasta mucho en medicamentos".

Según Farmaindustria, España está en gasto farmacéutico en los niveles de 2007 y en gasto per cápita en niveles de 2006 aunque las recetas siguen creciendo, con un gasto medio por receta en 2011 idéntico al de 2001. "Estamos ingresando menos vendiendo más producto, pero además no nos pagan", denunció Arnés. Por su parte, Pedro Luis Sánchez, director del departamento de estudios, prevé que el gasto farmacéutico público en 2012 caerá más de un 10,6% adicional a lo caído en años anteriores, lo que supone 9.956 millones de euros menos. Esto indica que, desde el máximo de 12.506 millones de 2009, habrá caído un 20% (2.500 millones) en dos años. Sánchez explicó que se van a cumplir las previsiones del Gobierno de un ahorro de casi 3.000 millones de euros solo en farmacias y en recetas para el SNS, sin contar con Muface y los hospitales. Además, el gasto farmacéutico público per cápita este año será de 211 euros, con una caída respecto al máximo histórico registrado en 2009 del 21,3 %.

En términos del PIB el sector quedará en el 0,92%, frente al 1,19% de hace tres años. En lo referente al gasto sanitario público, se calcula que este acabará 2012 en torno al 15,6%. Según la patronal, España gasta por cada español un 30% menos de recursos sanitarios que el ciudadano medio de la eurozona. "Si a esto se le resta el gasto farmacéutico público, la diferencia con la eurozona sube al 35%", explicó Sánchez. Además, calcula que la dinámica del gasto farmacéutico va a caer más del 10% y estará por debajo del 1% del PIB".