La Xunta convocará a los rectores gallegos a una reunión la próxima semana para decidir si incrementan las tasas universitarias en Galicia. El Ministerio de Educación abrió la puerta a subir hasta un 66% el precio de las matrículas, pero las universidades gallegas se oponen a este aumento si no va acompañado de otras medidas de financiación. El presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, lanzó ayer una advertencia a los responsables de las tres instituciones académicas: si necesitan más recursos tendrán que incrementar las tasas.

Según explicó Feijóo, tras la reunión del Consello de la Xunta celebrada ayer, la última palabra está ahora en manos de los rectores. "Lo que les corresponde a ellos ahora será decidir, -aunque la Xunta hará su propuesta-. Tienen que decidir si necesitan más recursos o no", emplazó. "Ahora les toca a los rectores. Si necesitan más fondos, saben que tienen disposición para tenerlos", añadió.

Sin embargo, las universidades creen que su necesidad de financiación no se solucionará con un incremento de tasas. Desde la Universidade da Coruña, reiteraron que su postura siempre había sido contraria a la subida de las tasas.

Por su parte, el rector de Santiago, Juan Casares Long, advirtió de que si es una medida que no viene acompañada de otras que permitan una mejor financiación de la universidad española y además el Estado aporta menos a las instituciones académicas, la subida de las tasas universitarias valdrá de poco. "Lo que se recauda con las matrículas es una fracción muy pequeña de los ingresos de las universidades. Hay que actuar en las partes que más dinero aportan", aseguró en alusión a las transferencias de dinero de las administraciones públicas.

Por esta razón, propuso que se aplique sobre los carburantes un "céntimo educativo", similar al que existe para financiar la sanidad.

El rector de Vigo optó por la prudencia y prefiere esperar a la reunión de la próxima semana, pero advirtió de que en materia de recortes Galicia "ya hizo muchos de los deberes que ahora le reclama el Gobierno".

Feijóo recordó, sin embargo, que el precio de la matrícula es en Galicia de los más bajos de España. "La mayoría de las comunidades cobran más", aseguró. Además el presidente recomendó a los repetidores "que estudien más" porque sino las matrículas "les van a salir más caras".

Por su parte, el PSdeG tildó ayer de "contrarreformista" e "injusta socialmente" la política del Gobierno central en materia de educación, toda vez que "dificulta" el acceso a quienes tienen "menos renta", y subrayó que en Galicia "llueve sobre mojado", porque los "recortes" estatales se suman a los de la Xunta. En total, ha calculado que el sistema educativo en la comunidad cuenta ahora con 1.000 millones de euros menos que en 2009. Así lo denunciaron ayer el portavoz de Educación en el Parlamento, Xoaquín Fernández Leiceaga, y el secretario ejecutivo del PSdeG para este ámbito, Luis Edrosa.

En la misma línea, el portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, denunció ayer que el Gobierno está realizando "ataques brutales al Estado del Bienestar" con los que pretende convertir la sanidad y la enseñanza en servicios asistenciales y acabar "cerrando las universidades a los hijos de las clases trabajadoras".

Los alumnos que estudian en las universidades gallegas se encuentran entre los que menos pagan con respecto al coste total de las enseñanzas superiores. En el mapa nacional, según las estadísticas de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), ocupan el quinto lugar por la cola, abonando el 14,73% del precio del curso en concepto de matrícula. Es de los porcentajes más bajos del país, lo que se traduce en que estudiar una carrera en Galicia es más asequible que en otras autonomías como Cantabria o Cataluña y el diferencial es mucho mayor si se tienen en cuenta los números de otros países, como Reino Unido o Estados Unidos.

La aportación del estudiante en Galicia está casi dos puntos porcentuales por debajo del 16,31% de media en España. La propuesta del Gobierno para encarecer las tasas universitarias establece que el estudiante ha de abonar a partir de ahora entre el 15% y el 25% del coste real del curso, si bien será cada comunidad autónoma la que decida en qué punto de la horquilla de incremento desea situarse.

A la espera de que el conselleiro de Educación se reúna con los rectores, todo apunta a que en Galicia sí habrá incremento, teniendo en cuenta que ese 14,7% de matrícula que paga cada universitario en la comunidad gallega no alcanza ni el 15% de tope mínimo que recomienda el ministro de Educación, José Ignacio Wert, vía decreto.

Algunas comunidades se sitúan en la actualidad más cerca de lo que el Ministerio de Educación considera óptimo con la reciente reforma. Los universitarios que estudian en Cantabria aportan el 22,2% del precio del curso, los de Cataluña un 20,49%, los de Castilla y León están en un 17,9% y los de Extremadura en un 17,28%. El coste del curso para el alumno en la Comunidad de Madrid es del 17% y en Asturias del 16,9% (consultar gráfico), según los datos de la CRUE. ¿En las que menos se paga? A la cola están Canarias (11,3%); País Vasco, Baleares o La Rioja (14,65%).

Por países, España se sitúa en el colectivo de Estados con las tarifas más bajas para cursar estudios superiores, según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). ¿Qué países ofrecen las mayores posibilidades a sus ciudadanos para estudiar una carrera? La OCDE destaca, además de España, Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Irlanda, Italia, Portugal, Suiza o México. En la otra cara de la moneda están Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido o Estados Unidos.

Además de las tasas de matrícula, las fórmulas de financiación de los estudios también varían de un Estado a otro. Por ejemplo, en Estados Unidos, un curso en la universidad cuesta entre 11.500 y 38.000 euros, no obstante, prácticamente el 80% del alumnado cuenta con becas o préstamos para poder estudiar, además de la amplia tradición en el país de donaciones y mecenazgo. El Reino Unido aplicó un incremento de tasas en 2010, pasando de 3.400 euros al año a 10.000 euros por curso. Es habitual que el alumno pague la carrera una vez que acaba, cuando ya está trabajando, aportando una parte de su salario.