La cantidad máxima de su bolsillo que un paciente crónico pagaba hasta ahora por este tipo de medicamentos, teniendo en cuenta que están financiados por la Seguridad Social, era de 2,64 euros y a partir del uno de julio el precio límite por envase estará en 4,13 euros, un incremento del 56% que en el día a día (o mes a mes) del paciente se encarece prácticamente 1,5 euros por medicina. El Gobierno acaba de aumentar el límite de aportación reducida de los usuarios para los medicamentos incluidos en los grupos ATC (Anatomical, Therapeutic, Chemical), normalmente utilizados por crónicos, una cantidad que no se actualizaba desde 1995 y que entrará en vigor el próximo mes, coincidiendo con el estreno del Real Decreto 16/2012 que introduce el copago sanitario teniendo en cuenta la renta.

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad da luz verde al incremento del precio de este tipo de medicamentos -distribuidos en catorce grupos terapéuticos distintos, desde para sistema digestivo, hasta preparados hormonales, para sistema nervioso o sistema cardiovascular- mediante una resolución de la Dirección General de la Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia publicada en el Boletín Oficial del Estado.

¿De qué medicamentos se trata? Son fármacos "de uso continuo y necesario" asociados a tratamientos crónicos y que se identifican con un punto negro en el envase para indicar que son "de aportación reducida". Quiere decir que el paciente solo paga un 10% del coste real de la medicina, por ser de este grupo, con un tope hasta ahora de 2,64 euros (si ese 10% implicaba más dinero corría a cargo del sistema de salud). Ahora el tope que pagará el paciente es 1,5 euros más elevado, una cantidad que por cada envase rebajará el Estado de su factura farmacéutica. "Dicha aportación máxima (4,13 euros) se aplicará igualmente a los productos sanitarios incluidos en la prestación farmacéutica pertenecientes a los grupos de aportación reducida y se aplicará, asimismo, a la participación en el pago a satisfacer por los enfermos de sida, de los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud dispensados a través de receta oficial", según consta en la resolución del BOE.

En términos generales, son medicamentos para pacientes crónicos, es decir, que deben tomar de por vida, según explican fuentes del sector farmacéutico. Si bien hay miles de envases bajo el paraguas de los ATC, los más demandados, que se corresponden con dolencias más habituales, se reducen a una treintena. A modo de ejemplo, un Symbicort Thurbohaler, con cortidoide para asmáticos y personas con problemas respiratorios. El precio real de laboratorio de este medicamento es de 64,72 euros. Si antes el paciente aportaba por envase 2,64 euros a partir del día uno serán 4,13 euros. Entran también en este colectivo de fármacos con el punto negro en la caja los que tratan la diabetes, como la insulina Levemir, con un precio de laboratorio de 78,52 euros; el 10% sería de 7,82 euros pero al ser de aportación reducida el tope se quedará también en 4,13. En el ámbito de los antipsicóticos, es habitual en pacientes crónicos el Risperdal, cuyo precio por envase es de 24,99 euros.

El copago farmacéutico entrará en vigor el 1 de julio. No obstante, el sector farmacéutico todavía espera la orden para actualizar el programa informático imprescindible para modificar el sistema de despacho de medicinas que implica la nueva normativa.