Las enfermedades reumáticas no entienden de edad. La artritis -una enfermedad que provoca dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones- cuenta con una variedad juvenil que afecta a unos 400 niños y adolescentes en toda Galicia. "La incidencia es muy baja, de un caso por cada 10.000 habitantes, pero es la dolencia reumática más frecuente en menores", indica el reumatólogo del Hospital Universitario de A Coruña Jenaro Graña, que hoy participa en unas jornadas sobre esta patología, organizadas por la Liga Reumatolóxica Galega en el hospital. El objetivo, asesorar a los padres y romper con falsos mitos sobre estas dolencias. "Es necesario informar de que se trata de una dolencia crónica y que puede tener graves consecuencias", indica la presidenta de la Liga, Ana Vázquez, afectada desde los 7 años.

Bajo la denominación de artritis idiopática juvenil se engloban varios subtipos de una patología reumática que se caracteriza por el dolor e hinchazón en rodillas, tobillos, muñecas o dedos junto a otros posibles síntomas como inflamación ocular, fiebre o lesiones cutáneas. "En los casos más graves y sin el adecuado tratamiento, puede llegar a afectar a ciertos órganos", indica Graña, quien asegura que, pese a que no existe curación, los tratamientos más novedosos dan una esperanza a los pacientes y permiten que, en muchos casos, "los síntomas remitan al llegar a la adolescencia".

María, una coruñesa de 9 años, es de los pacientes que han notado una gran mejoría gracias a los nuevos fármacos: la terapia biológica. "Hoy puede hacer vida normal: salta y corre como cualquier otro niño aunque está muy medicada", indica su madre, Sonsoles Sueiro, quien recuerda cómo tras al diagnóstico la situación era totalmente distinta. "Se lo detectaron con 8 años porque tenía la rodilla hinchada y a los pocos días le apareció también un dedo. Al principio fue muy duro. Durante muchos meses estaba incapacitada, no podía ir al colegio y había días que le tenías que ayudar a levantarse de la cama o incluso a coger la cuchara para comer", relata Sonsoles, quien teme que con los recortes dejen de financiar una terapia que considera primordial para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Ana Vázquez, de 43 años y diagnosticada desde los siete, no tuvo tanta suerte. "Hace treinta y pico años no había la información ni los tratamientos que hay ahora. Soy de las personas cuyos síntomas no remitieron en la adolescencia y tengo ciertas limitaciones articulares", indica Vázquez, quien recuerda que hay pacientes "con afectación renal, pulmonar o que incluso fallecen por la complicación de esta patología". Para informar sobre la dolencia y romper falsos mitos sobre ella, expertos y pacientes participan hoy, a las 18.00 horas, en unas charlas en el Hospital de A Coruña.

Asegura que la artritis idiopática juvenil puede aparecer a cualquier edad -desde los dos hasta los 16 años- y que suele ser la persistencia del dolor o el hinchazón la que alerta de que se trata de algo más que un golpe. "Lo habitual es que se crea que el niño tiene dolor o inflamación por un golpe, pero si persiste o el niño cojea o tarda en andar más de los normal puede tratarse de artritis", indica Jenaro Greña, miembro del Servicio de Reumatología del Hospital de A Coruña.

El origen de esta dolencia todavía es un misterio. "Se sabe que tiene un sustrato genético que provoca un erróneo funcionamiento del sistema inmunológico y que causa inflamación articular o de otros órganos como el pulmón, los ojos o el riñón", indica Graña, quien añade: "Pero debe de actuar también algún desencadenante ambiental, probablemente algún virus o algo infeccioso de distribución universal porque esta patología se detecta en todo el mundo". Más allá de las cuestiones médicas, Graña pide colaboración de la sociedad, en especial de los colegios, para permitir una perfecta adaptación de los menores que sufren limitaciones por esta dolencia.