Los hospitales Universitario de A Coruña, Xeral de Vigo y Lucus Augusti de Lugo participan, junto a otros 35 centros del resto de España, en un estudio pionero sobre cáncer de pulmón en mujeres. Se trata del registro más amplio sobre esta dolencia que se haya realizado en el Estado así como en el mundo. Un total de 2.060 mujeres con cáncer de pulmón han participado. De ellas, más de 120 son gallegas. La encargada de promover la investigación es la Icapem, Asociación para la Investigación del cáncer de pulmón, que resalta que esta dolencia "es ya un problema sanitario en España por el incremento de su incidencia".

Si bien los primeros pasos de este estudio comenzaron a darse hace más de cuatro años, fue el pasado mes de noviembre cuando se dio por cerrada la recolección de datos. De momento, los investigadores carecen de resultados definitivos, que llegarán el próximo año. No obstante, ya apuntan algunas conclusiones como el cambio del tipo de cáncer de pulmón más frecuente debido probablemente a la incorporación de los filtros en las últimas décadas.

La oncóloga del Hospital Universitario de A Coruña Rosario García explica que su centro ha analizado a 96 mujeres con cáncer de pulmón con una edad media de 70 años. De la cifra global, el 40% de estas enfermas no son fumadoras. "Sabemos que, en estas pacientes no fumadoras, en general, el tumor se comporta de una forma más benévola en comparación con la población fumadora. Además, las no fumadoras acumulan una serie de alteraciones moleculares que las hacen sensibles a fármacos nuevos", por lo tanto responden mejor a la terapia.

García recalca que el fin de este informe es ofrecer "una fotografía para ver cómo en este país ha cambiado la incidencia del cáncer del pulmón en mujeres". Además, queremos "concienciar, divulgar e investigar. Hay que concienciar a las mujeres de que el número de afectadas va en aumento y que su riesgo de sufrir cáncer de pulmón es mayor que el de los hombres".

Preguntada por esto último, señala: "Parece que las mujeres tienen una diferente capacidad de reparación del ADN. Esta es una de las hipótesis que más fuerza tiene. Nuestro mecanismo de reparación del ADN no es igual al de los hombres".

Desde el Xeral de Vigo, que incluyó a 20 mujeres con esta dolencia en el estudio, el doctor Martín Lázaro, especialista en oncología médica, señala que "antes de que se usasen los filtros, el tabaco se inhalaba menos profundamente y era más fácil introducir la nicotina en los pulmones. Desde que se introdujeron los filtros hace 40 años, cambió el hábito de fumar; las inhalaciones se hacen más profundas. Entonces, las sustancias tóxicas del tabaco llegan a esos bronquios más lejanos cuando -antes de los filtros- quedaban en los centrales. El tumor que se origina en esos bronquios lejanos es el adenocarcinoma y no el epidermoide (de los bronquios centrales) que era el que se veía más habitualmente".

Martín Lázaro explica que "el comportamiento del adenocarcinoma, en determinadas poblaciones, es menos agresivo y, en general, responde mejor a algunos tratamientos nuevos".

Ante la pregunta de si aconseja fumar con filtro o prescindir de él, se muestra rotundo. "Lo mejor es no fumar. La persona que fuma tiene un 20% de posibilidades de desarrollar un cáncer de pulmón, además de cáncer de páncreas, vejiga, riñón o laringe, así como infartos, anginas, enfermedades de las arterias periféricas que pueden llevar a amputar las piernas", advierte el especialista.