"Cuando Platú salió al mercado, se nos tildaba de locas, ¿cómo se podía hacer una ginebra desde Galicia? Nosotras, vinculadas al mundo del destilado, entendíamos que no era tan complicado desarrollar productos que marcaran tendencia. Eso fue lo que nos impulsó a lanzar en mayo de 2011 Platú, la madre de las ginebras gallegas", explica Cristina Codesido, cuya empresa es pionera en la elaboración de este tipo de bebidas alcohólicas en Galicia. Desde entonces, varias empresas han seguido la senda y la comunidad gallega acoge ya seis marcas de ginebras así como varias de vodka y ron.

"Estamos creando patria. Hay locales que ya ofrecen una carta de ginebras gallegas. Los clientes, se dan cuenta de que podemos hacer grandes cosas en la comunidad gallega y de calidad y todo porque hay locales de hostelería que apostaron por los creadores de ginebras gallegas desde el primer momento", señala el coruñés Manuel Barrientos, creador de Sea Gin.

En el otro polo, están los consumidores que denostan el producto galaico por prejuicios. "Hay gente que piensa que la ginebra solo se debe hacer en Londres, por lo que ni siquiera prueba algo diferente", lamenta este joven coruñés con 14 años de experiencia en el sector de la hostelería.

José Manuel Moure, de Adegas Moure en Escairón (Lugo), recuerda que España es el primer consumidor de ginebra de Europa y el tercero del mundo. Para él, hay mercado. ¿Hasta cuándo? "No sabemos; esta moda tendrá fecha de caducidad", responde; mientras Xoán Cannas (de la firma Nordés Gin) cree que "pasado un tiempo, pervivirán unas pocas".

"La realidad es que en otras comunidades se hacen tantas ginebras como aquí. En Valencia, Andalucía y Cataluña ya hay unas cinco marcas", señala este empresario que elabora este destilado. La oferta en Galicia se ha disparado en los últimos años.

En unas terrazas mirando al Miño en Escairón (Lugo) nacía en 1958 Adegas Moure (propietaria del vino Abadía da Cova) para alternar la elaboración de vino con aguardiente blanca, llegando a distribuirse desde allí cognac y "durante algún tiempo", ginebra, recuerda José Manuel Moure, hijo del bodeguero fundador fallecido. "De aquella, no salían en botellas sino en barriles de 400 litros a los que pasaba control la Guardia Civil", explica Moure quien decidió proseguir con aquella actividad impulsando la herencia de su padre y retomando hace dos años la idea de sacar una ginebra, Ana Londron Dry Gin.

El primer paso para poner en marcha el proceso fue contactar con representantes en Gran Bretaña para catar allí alcoholes de triple destilación de grano de trigo entero y no transgénico. Con la destilería ideal localizada, el siguiente paso fue traer a Escairón ese alcohol base para "personalizar el producto". En el caso de Adegas Moure, su receta perfecta carece de un elevado número de botánicos. "Parece que hay una competición para ver quién añade más botánicos a la ginebra. Nosotros escapamos de eso", dice.