El satélite Gaia vuela ya hacia su destino, un punto situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y desde el cual cartografiará, en tres dimensiones (3D), la Vía Láctea. La sonda, una de las joyas de la Agencia Espacial Europea (ESA), despegó ayer desde el Puerto Espacial Europeo en Korou (Guayana Francesa) a las 10.12 (hora peninsular española) a bordo de un lanzador Soyuz, el mismo tipo que se usa también para misiones tripuladas a la Estación Espacial Internacional (ISS). La separación de se produjo 42 minutos después del despegue.

Con aplausos y cava celebraron el éxito del lanzamiento los investigadores de las universidades de A Coruña (UDC) y Vigo que participan activamente, desde sus inicios, en la misión, desarrollando los algoritmos que permitirán al Gaia clasificar mil millones de estrellas y un número indeterminado de asteroides, enanas marrones, agujeros negros, exoplanetas, quásares y otros objetos del firmamento de la galaxia. "Estamos muy contentos porque ha salido todo bien. Lo cierto es que llevábamos unos días relajados, hubo tensión hace unos meses cuando se aplazó la misión por un fallo en un transponder y un problema posterior con los fotómetros, pero desde que supimos que todo funcionaba ya bien, estábamos más tranquilos", aseguró la astrofísica coruñesa Minia Manteiga, justo después del despegue del satélite, que fue seguido, en directo, desde el salón de grados de la Facultad de Informática de la UDC, en el campus de Elviña, por una treintena de personas.

Con Gaia enfilando ya con éxito hacia las estrellas, comienza un apasionante trabajo de catalogación de un número incalculable de objetos celestes para confeccionar el primer mapa tridimensional y en alta definición de la Vía Láctea. Entre los encargados de llevar a cabo ese censo destacan los científicos del grupo del Laboratorio Interdisciplinar de Inteligencia Artificial de la UDC que coordina el catedrático Bernardino Arcay, integrado por físicos, informáticos, ingenieros y astrofísicos con amplia experiencia en investigación en Inteligencia Artificial. En la misión participan, también, Minia Manteiga y su homóloga viguesa Ana Ulla.

"Este proyecto abre una nueva ventana al Universo. Estoy totalmente convencido de que vamos a descubrir cosas que ya se intuían, pero también otras que se ignoraban y que abrirán nuevas e interesantes vías de investigación", considera el ingeniero informático e investigador del Laboratorio Interdisciplinar de Inteligencia Artificial de la UDC Diego Fustes.

El satélite Gaia tardará aproximadamente un mes en llegar a su destino -el punto L2 de Lagrange, situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección contraria al Sol-. Una vez allí, y tras la fase inicial de calibración, su cámara espacial gigante, con más de un millón de píxeles -la mayor construida hasta el momento-, comenzará a grabar de forma diaria las imágenes que confeccionarán el primer mapa en tres dimensiones y dinámico de la galaxia.

"El objetivo es hacer un mapa bastante completo de la Vía Láctea, e intentar analizar cuál ha sido su evolución", explica José Carlos Dafonte, ingeniero informático e investigador, también, de la UDC.

Gaia barrerá el cielo durante cinco años de forma continua, y observará cada cuerpo celeste unas setenta veces. La colosal marea de datos que los científicos esperan recibir dará lugar a un catálogo final que se publicará hacia 2022 y que ocupará un millón de gigabytes, lo que equivaldría a 200.000 DVD. Antes, en 2016, se publicarán ya los primeros resultados.

"Es un proyecto pionero, un milagro de la tecnología", subraya Minia Manteiga. "Vamos a obtener muchísimos datos, algunos nos jubilaremos con ellos. Podremos distinguir la edad de las estrellas, la distancia o los movimientos relativos, y entender la dinámica de la materia oscura no visible, lo que permitirá trabajar en todos los campos de la astronomía", concluye.