El Proyecto Djehuty, modesto en sus orígenes, comenzó hace catorce años en torno a la tumba de un alto funcionario llamado Djehuty, supervisor del Tesoro de la Reina Hatshepsut durante la Dinastía 18. Su tumba fue una de las primeras que tiene decorada la entrada. La nueva tumba que descubrieron inesperadamente el pasado mes de febrero, tras excavar un pozo funerario en el patio de la sepultura de Djehuty, perteneció a un miembro de la familia real o a un cortesano de alto rango de hace 4.000 años y puede arrojar luz sobre los tiempos de la dinastía XI.

El suelo estaba cubierto por un centenar de momias. "Nos queda mucho por trabajar, pero el objetivo es, en unos años, poder abrir al público las tumbas", asegura la restauradora gallega Nieves López. El Ministerio egipcio de Antigüedades señaló el pasado lunes, cuando se anunció el descubrimiento, que la tumba hallada podría pertenecer a un hombre de Estado y tiene una forma cuadrada "muy bien tallada".