Cáritas ayudó a más de dos millones y medio de personas en España en durante el pasado año -lo que supone 600.000 más que en 2012-, en lo que invirtió 263 millones de euros, gracias al incremento de las aportaciones privadas, porque los fondos públicos recibidos son los más bajos de los últimos cinco años, según se incluye en la Memoria 2013 que fue presentada ayer en Madrid. Un documento que indica que Cáritas invirtió 15 millones más que el 2012 en asistencia social, sumando un total de 291 millones -28 en cooperación internacional y 263 en proyectos españoles-, que dedicaron a 2.513.563 personas en España y 2.509.771 en otros 40 países. De total de los fondos, el 75% proceden de aportaciones privadas (218,2 millones) y el resto de fondos públicos (73 millones).

El número de familias que están recibiendo apoyo de la organización católica se mantiene en torno al millón, aunque han aumentado las personas atendidas porque los hogares son cada vez mayores y sus miembros tiene más problemas. Sólo en Galicia el programa de Cáritas de ayudas de emergencia social para familias -con ayudas destinadas principalmente a gastos de alimentación, hipoteca y gastos de la vivienda- atendió a 3.825 familias en el último año, un 17,7% más que 2012.

"Cada vez hay más personas beneficiadas pero no crece el número de los hogares atendidos. La crisis se está cebando en las familias más numerosas o con miembros dependientes", explicó ayer Sebastián Mora, el secretario general de Cáritas, quien añadió que, además, estos núcleos familiares "acumulan más problemáticas". Para el responsable de Cáritas, "es el momento de tener políticas sociales y de familia valientes" para que las personas vulnerables no se queden "a un lado de la orilla, mientras la sociedad camina sin mirar atrás".

"Cada día hay millones de personas que tienen que buscarse la vida para comer o para pagar las facturas", aseguró. Por ello, alertó sobre la creciente fractura social en España, de la que, según ha recordado, da fe el último eurobarómetro.

Mora destacó el aumento de los fondos privados en 25 millones de euros, respecto a 2012, y en 75 millones en los últimos cinco años (una subida del 52%). Sin embargo, lamentó la caída de los recursos públicos destinados a Cáritas, que fue de 10 millones de euros respecto al año anterior, principalmente del ámbito autonómico y local.

El secretario general de Cáritas reclamó, durante la presentación de la Memoria, que cualquier política cultural, social o educativa incorporen indicadores para medir cómo afecta a los más pobres e insistió en la propuesta de crear una renta mínima para 740.000 hogares sin recursos.

Cáritas ha destinado en los últimos cinco años 1.300 millones de euros en España, recordó Mora durante la exposición de los datos de la entidad del año pasado.

Además, la Memoria de Cáritas destaca el aumento de voluntarios, que ascienden a 78.000, lo que significa un aumento del 30% en los últimos cinco años (18.000 personas solidarias más).

La respuesta de Cáritas ante los problemas de precariedad de las familias se ha centrado en los capítulos de empleo, acogida y vivienda. Además, esta entidad también ha seguido reforzando las acciones para mayores, personas sin hogar, familia e inmigrantes. "Un año más Cáritas invirtió más dinero porque ha recibido más dinero", señaló el presidente de Cáritas, Rafael del Río, quien reconoció sentirse "a veces impotente por no poder atender a todos los que demandan ayuda".

Pese a ayudar en España, Cáritas también mantiene su apoyo a la cooperación internacional. El obispo responsable de Cáritas en España, Atilano Rodríguez, destacó el "énfasis" de la organización en "mantener la ayuda a los hermanos del sur".