Contratos por días, horas o para cubrir guardias, de los que se avisa con poco margen de tiempo y que obligan a trabajar hoy en un centro de salud de A Coruña, mañana en Ponteceso y pasado en Carral. Esta es la inestable realidad con la que conviven los médicos y enfermeros de la sanidad pública que no cuentan con una plaza en propiedad. Un informe de la Organización Médica Colegial señala que casi la mitad de los médicos del Sistema Nacional de Salud son eventuales y de ellos, una cuarta parte lleva diez años enlazando contratos "por guardias, horas o bajas". Pese a que la Consellería de Sanidade asegura que, en Galicia, "el 80% de los facultativos tiene plaza en propiedad", sindicatos médicos alertan de la precariedad de los eventuales que, sostienen, afecta a la atención final que recibe el paciente. "Los contratos de un día no son algo excepcional, son sistemáticos", alerta la portavoz de la Junta de Personal del área sanitaria de A Coruña, María Seijo. "Los eventuales apenas trabajan y si lo hacen es por días, por poco tiempo", añade la secretaria provincial del sindicato de enfermería Satse en A Coruña, Mercedes Borque.

La Xunta elude concretar la duración mínima de los contratos en el Sergas y se limita a señalar que recurre a "nombramientos temporales de corta duración para la cobertura de ausencias de personal con permisos o por otro motivo". Pero los sindicatos advierten de que estas sustituciones de médicos que están de baja o de vacaciones han cambiado radicalmente desde que comenzó la crisis y con ella los recortes. Aseguran que antes si, por ejemplo, un médico de cabecera se rompía una pierna e iba a estar meses de baja, se contrataba a una única persona que le sustituía durante ese periodo. Ahora no. "Hoy en día si hay una baja por seis meses lo que se hace es alternar días en los que no se contrata a nadie y por tanto los pacientes de ese médico se reparten entre el resto de doctores del ambulatorio, días en los que se bloquea esa agenda y no se dan cita para ese médico y días en los que se contrata a médicos sustitutos", señala la delegada autonómica de Atención Primaria del sindicato CESM Galicia, Nuria González, quien añade: "Pero no se contrata siempre al mismo: uno va dos días, otro va otros dos". Lo mismo ocurre con las enfermeras de Primaria. "Hasta que no disminuya el 33% de personal del ambulatorio debido a ausencias no se sustituye al personal de enfermería y se reparte el trabajo entre los compañeros", indica Mercedes Borque.

A la incertidumbre de no saber los días que se van a trabajar cada mes se suma que, en muchas ocasiones, los sanitarios saben dónde tienen que trabajar con poco margen de tiempo, lo que impiden que planifiquen clases o vacaciones. "Solo tienen limitada el área sanitaria, pero en el caso de la coruñesa te pueden llamar hoy para un ambulatorio de A Coruña, mañana para Vimianzo y pasado para Finisterre. Además no es la primera vez que te llaman a las 09.00 horas para que te presentes a las once", sostiene Nuria González.

La situación mejora -aunque solo ligeramente- en los hospitales. "Los contratos de día suelen ser en Atención Primaria, en los hospitales se les hacen por guardias, para cubrir guardias durante un mes y se renuevan", indica el portavoz de la Plataforma SOS Sanidade Pública en A Coruña, Ramón Veras. Una opinión que comparten en CESM. "Lo habitual son contratos para cubrir guardias durante un mes, se pueden enlazar hasta seis meses, pero el problema es que al final estos médicos no solo hacen guardias, realizan más tareas", indica Nuria González. "También hay a quienes los contratan para operar por las tardes, pero los eventuales son profesionales explotados, con mucha precariedad laboral", añade María Seijo.

Pero no solo los médicos trabajan con la incertidumbre y la inestabilidad como protagonistas, según los sindicatos. "Afecta a todas las categorías: celadores, administración...", indica María Seijo. Un claro ejemplo es el personal de enfermería. Para este colectivo existen tres listas de contratación: la pool -pensada para emergencias y que quienes se anotan saben que les pueden llamar con apenas unas horas de margen para presentarse a trabajar-, la general y la especial, pensada para especialidades como UCI o Neonatología, donde solo quienes tengan experiencia previa en estas áreas pueden ser contratados. Pese a que los contratos de día u horas solo deberían estar presentes en la lista pool, son una realidad en todas las demás, señala una enfermera ourensana, de 30 años, que prefiere guardar el anonimato. "En octubre solo trabajé cuatro días y en noviembre, cinco", señala esta joven, quien asegura que otro problema son las condiciones del trabajo. "Lo habitual son los correturnos, es decir, tú vas una semana al hospital, pero te envían al servicio que necesite ayuda en ese momento: hoy a hematología, mañana a pediatría, etc.", resalta.

Pero ¿por qué contratar a cuatro médicos para sustituir a uno durante sus 15 días de baja en lugar de siempre al mismo? Sindicatos y profesionales lo tienen claro: por ahorrar dinero. "Es una cuestión estrictamente económica. Si se da de alta al médico una semana hay que pagarle también sábado y domingo aunque no vaya al ambulatorio. Así se le paga únicamente por los días concretos que va y como no se cubren todos los días, es dinero que se ahorra", indica Nuria González. "Hay una política de ahorro para reducir el número de contrataciones que forma parte de una estrategia para desmantelar la sanidad pública", añade María Seijo. Sin embargo, hay quien cree que a la larga, esta dinámica supone más costes para el Sergas. "Si cada dos días a hay un médico diferente en Primaria, no se puede hacer un seguimiento y por tanto, el sustituto tiende a pedir más pruebas complementarias y a derivar al especialista -porque al fin y al cabo sabes que tú no podrás hacer el seguimiento completo al paciente- y esto es más caro para al sistema", indica Nuria González.

Todos coinciden además en señalar que, al margen de los sanitarios, el principal perjudicado es el paciente. "Esto afecta a la calidad asistencial. En el caso de Atención Primaria sobre todo a los crónicos porque si nunca está el mismo médico no se puede hacer un seguimiento adecuado y si tengo que hacerme cargo de parte de los pacientes de un compañero de baja en lugar de 7 minutos por paciente solo voy a tener tres para atenderlos", señala González, quien asegura que, pese a todo, los sanitarios entienden que el paciente no es el culpable de sus condiciones laborales y dan un trato adecuado.

Las oposiciones, asegurar una plaza en propiedad, es la meta de los eventuales para terminar con su inestabilidad e incertidumbre a la hora de trabajar. Mientras no llega esta oportunidad, algunos deciden tirar la toalla. "Del área sanitaria de A Coruña hay sanitarios que se han tenido que marchar a otros países como Portugal, por ejemplo, o incluso a otras comunidades", señala la portavoz de la Junta de Personal del área coruñesa, María Seijo.

Sanitarios y organizaciones sindicales se muestran pesimistas sobre el futuro de los eventuales que trabajan en la sanidad pública y creen que la situación no cambiará hasta que la administración decida poner freno a los recortes y volver a la contratación de siempre.

María Pérez - Enfermera de Ourense, 30 años

"Llevo siempre el uniforme en el maletero; me pueden llamar en cualquier momento"

Desde el año 2005 cuando acabó la carrera, el contrato más largo que ha logrado la enfermera María Pérez „nombre ficticio de una joven ourensana que prefiere no dar su identidad real„ fue "una baja maternal de nueve meses". Y para eso no la cubrió siempre en el mismo puesto de trabajo. "Cinco meses estuve en la UCI y otros cuatro en Neonatología". A este contrato se suma otro de cuatro meses. Después solo ha conseguido contratos por días sueltos o por periodos de vacaciones cortos. Solo cuando estuvo dispuesta a prescindir de la mitad del sueldo y optar por media jornada logró trabajar casi dos años seguidos.

El caso de María no es una excepción, asegura que es el día a día de los profesionales de enfermería que como ella no tienen plaza en propiedad. Eso sí, tiene claro que las cosas han cambiado y mucho desde que empezó la crisis. "Comencé a trabajar en 2006 y de aquella la lista general solía acabarse en verano, tenías garantizado que trabajarías para cubrir las bajas por vacaciones. Antes si estabas en el puesto 800 de lista tenías posibilidades de trabajar, ahora en el número 200 no", señala María.

Además esta joven critica las condiciones de trabajo cuando con suerte les llaman para cubrir un puesto. "Suelen ser correturnos, es decir, te hacen bailar por todo el hospital: hoy estás en hematología, mañana en pediatría, pasado en urgencias, etc.", sostiene esta joven, quien lamenta la improvisación a la hora de llamarles. "Llevo siempre el uniforme y los zuecos en el maletero porque te pueden llamar en cualquier momento. Te pueden llamar a las doce para entrar a las tres a trabajar", dice y añade: "Y lo haces porque tienes que trabajar, hay que pagar el alquiler". "Así no puedes hacer planes", sostiene.

Lucía Peón - Enfermera de A Coruña, 29 años

"Hay enfermeras a las que han llamado para cubrir solo las dos horas de analítica"

La coruñesa Lucía Peón, de 29 años, tiene claro que la cobertura de bajas en el sector de la enfermería ha dado un giro de 180 grados desde que acabó la carrera en 2006 hasta ahora. "Antes todo el mundo de la lista conseguía trabajo en verano y tenías garantizado emplearte también en Navidad, Semana Santa, carnavales..., pero ahora no", indica esta joven, quien reconoce que ha trabajado durante largos periodos debido a la suerte de haber pillado bajas largas, pero que resalta que desde junio del pasado año y hasta antes de este verano "trabajé siempre a días".

Peón asegura que, hoy en día, trabajar a días "es la única forma de trabajar" cuando no se tiene plaza propia. "Las sustituciones nominales no se cubren y además, en el caso de que se cubra una baja en Atención Primaria, por ejemplo, no te contratan por todo el periodo de la baja, es decir, solo te pillan de lunes a viernes para no pagarte el fin de semana, por ejemplo", indica esta coruñesa, quien resalta que incluso hay contratos por horas. "He visto casos en que llaman para que la enfermera vaya a cubrir las dos horas de analíticas de un centro de salud", indica.

Peón tiene claro que los perjudicados son los sanitarios „ "vives pegado al teléfono"„ pero también al paciente. "Si cada día estás en un sitio, en un servicio diferente, no se puede ofrecer la misma calidad al

paciente que si hay cierta estabilidad", sostiene esta joven que cree que todo se debe "a unas políticas de ahorro donde el paciente importa cero". Para ella ni siquiera las oposiciones son algo esperanzador con lo que mirar al futuro. "Son 125 plazas y somos miles", señala y dice: "Tampoco emigrar es siempre una vía. A mi edad, hay gente con pareja, hijos, no todos pueden irse".