Nos hemos acostumbrado a leer las ventajas e inconvenientes del consumo de vitaminas y minerales y ya no nos sorprende lo que vemos. Importante es saber que lo recomendable es realizar una dieta completa en la que no falte ningún alimento (salvo indicación médica) para conseguir una nutrición equilibrada y todos los componentes que nuestro organismo necesita para mantenerse sano.

Es más sencillo de lo que parece si organizas tus comidas de manera racional y haces la compra de lo que necesitas con una lista en la mano para que no se te olvide nada. Evita llenar la despensa con cosas innecesarias y que resultan más perjudiciales que beneficiosas para tu salud. No caigas en la tentación de consumir lo que no te hace falta y acaba siendo nocivo para ti.

Los expertos coinciden en que hay que explicar las ventajas de consumir de manera combinada ciertas vitaminas, aminoácidos y minerales para obtener todos los beneficios que su consumo supone. Son muchas las combinaciones estudiadas y bastantes ya conocidas, pero queremos destacar algunas por su especial interés:

-Cobre y zinc. Su absorción a nivel intestinal debe ser la adecuada, pues ambos minerales compiten entre sí. Cuando la dieta es rica en cobre, no se absorbe el zinc y viceversa. La alteración de los niveles de estos elementos tiene efectos a varios niveles, destacando el ocular.

-Calcio y vitamina D. Hace años que se conoce la relación entre ambos, pues la vitamina D es necesaria para que el calcio sea absorbido y se fije a los huesos. En el equilibrio de estos compuestos se encuentra la clave para evitar el padecimiento de patologías como la osteoporosis, que se ha convertido en un problema frecuente en mujeres maduras. Además de consumir alimentos ricos en calcio (lácteos, brécol, etc.) es importante tomar el sol (o la luz) un mínimo de quince minutos diarios. Esta combinación garantiza que nuestro organismo tenga cubiertas sus necesidades de calcio y se eviten problemas asociados a su déficit.

-Potasio y sodio. Fundamentales para el mantenimiento y reducción de la tensión arterial. Inicialmente se recomendaba a los hipertensos una dieta baja en sodio (sin sal) pero, desde hace unos años, son muchos los casos en los que se indica el consumo de alimentos ricos en potasio, pues se ha comprobado que actúa eliminando el sodio del organismo por un mecanismo fisiológico perfectamente organizado. Los expertos pautan dietas bajas en sodio y ricas en potasio por lo que incluyen frutas, verduras y frutos secos al natural.

-Zinc y magnesio. Son competidores en el sentido de que altas dosis de zinc parece que interfieren en la absorción de magnesio, por lo que no se recomiendan suplementos de zinc hasta completar los estudios, especialmente en mujeres menopáusicas para evitar problemas a nivel óseo. Sí está indicada la vitamina D para favorecer la absorción de magnesio por un mecanismo similar al que sigue el calcio.

-Folatos y vitamina B 12. El folato es fundamental para la síntesis y replicación celular (de hecho se administra ácido fólico a las embarazadas para evitar problemas en el feto) y su consumo conjunto con la vitamina B 12 garantiza que su absorción sea la adecuada. Cuando tenemos poca cantidad de estas sustancias en nuestro organismo, se produce una anemia macrocítica que debe ser tratada médicamente. Una dieta adecuada rica en vegetales, pipas de girasol, huevos, leche, carnes, etc. garantiza los niveles adecuados en el organismo y evita que aparezcan carencias.

-Hierro y vitamina C. Clásicamente se ha asociado el consumo conjunto a una mayor y mejor absorción de este mineral, aunque han surgido estudios que no lo consideran así. De cualquier manera, no es malo utilizarlos unidos. Sí es recomendable evitar tomar hierro con lácteos, taninos (del té o el café), oxalatos (verduras de hoja verde), fosfatos (cereales integrales), etc. pues reducen la absorción de hierro por parte del organismo.

Cuidado especial los vegetarianos puros o los veganos que excluyen absolutamente todos los alimentos de origen animal, pues sufrirán carencias de los compuestos que únicamente se encuentran en este tipo de alimentos como ocurre con la vitamina B 12, por ejemplo.

Consulta tus dudas con un médico y no te sometas a dietas especialmente restrictivas ni elimines ningún alimento de la misma pues todos son necesarios y aportan diferentes elementos imprescindibles para el buen funcionamiento de tu organismo.