"Nunca había pensado en cómo iba a morir, pero morir en lugar de alguien a quien amo me parece que merece la pena"; "El día que vayas a declarar dirás que no hice nada porque ese día estarás tan loca por mí que harás lo que sea con tal de salvarme". "Quiero que tu mundo empiece y acabe conmigo". Estas son frases de tres de las películas más taquilleras de los últimos años que arrasan especialmente entre el público adolescente -Crepúsculo, Tres metros sobre el cielo y 50 sombras de Grey, respectivamente- y en donde los estereotipos sexistas se aprecian a la perfección. En todas ellas, la trama gira sobre la idealización de un amor romántico y en todas, es la chica la que debe renunciar a algo -su familia, sus amigos o incluso su vida- para conseguir al chico que habitualmente le hace sufrir por amor.

El Instituto Andaluz de la Mujer denunció en su día la mala influencia de películas comoCrepúsculo ya que fomenta los llamados "mitos del amor romántico" como la pasión eterna, la creencia de que el amor "todo lo puede", o que toda persona tiene "una media naranja", así como que el emparejamiento debe conducir al matrimonio. Películas que también protagonizaron una campaña contra la violencia de género en la provincia de Pontevedra. Para expertos gallegos, tanto el cine como las novelas tienen un "carácter socializador" y por tanto influyen mucho en la manera de pensar de los adolescentes y los jóvenes.

"Son películas y novelas que muestran a nuestros adolescentes la idea de que el amor para los varones es poder y control y para las mujeres, sumisión. Y lo más increíble, envían el mensaje inexplícito de que las chicas encuentran la felicidad en la sumisión a sus novios. De ahí a hacer todo el trabajo gratuito en el hogar y encargarse full time de la maternidad no hay más que un paso", señala la directora del Centro de Estudos de Xénero e Feministas de la Universidade da Coruña, Rosa Cobo. En la misma línea, la secretaria xeral de Igualdade de la Xunta, Susana López Abella, asegura que la publicidad y ciertas series o películas "están lanzando mensajes negativos y confusos a los jóvenes". "Hay que educarles para que no compren esos mensajes", señala.