Salió del examen consciente de que había cometido algún error, pero aun así, Diego Mojón Álvarez, alumno del IES Carlos Casares de Vigo, se auguraba una nota "alta" porque se preparó mucho. Sin embargo, lo que "no esperaba" era obtener la mejor calificación de Galicia en las pruebas de selectividad, un 9,926. Es el único del podio de notas más altas que estudió el Bachillerato en un centro público. "Creo que donde estudié fue importante porque los profesores nos prepararon bastante bien dentro de los medios que teníamos", explica. De hecho, este joven aprovecha para reivindicar la enseñanza pública: "Me gustaría recalcar que no soy solo yo el que viene de la educación pública y que se debería confiar en ella más de lo que se confía y aportarle más medios porque es esencial para que los futuros científicos o filólogos puedan desarrollar todo su potencial".

Pero si los profesores ayudan, también hay, subraya, un "componente personal". En su caso, y pese a que cuando no estaba "inspirado" salía para "desconectar", reconoce que antes de los exámenes dedicó "bastantes horas al estudio" y realizó ejercicios de química, física y matemáticas. Estas dos últimas materias están muy vinculadas al grado que quiere estudiar: doble titulación en Física y Matemáticas. Un reto que no le parecía fácil, ya que solo hay diez plazas, pero que ahora está mucho más cerca. De ahí su esfuerzo por intentar sacar "la máxima nota posible".

Diego menciona otro elemento. "Puedes tener facilidad para algo, pero el componente de trabajo está ahí y mucho es el factor suerte, no bloquearte en el examen". Porque "al final te lo juegas todo en tres días en unas horas", y eso supone "presión". Para superarlo, este joven de Vigo asegura, no hay "una fórmula mágica", sino "mucho estudio, estrés y pensar en la fiesta de después".

A Diego la física le gusta desde "siempre" y en la carrera que desea se combina la vocación con la convicción de que es un campo "con posibilidades, con futuro", donde espera que "habrá bastantes salidas en el campo de la investigación".

Y si tiene que irse fuera, el joven que ha logrado la mejor nota en las pruebas de selectividad tampoco se asusta. "Si tengo que desarrollar mi carrera en otro lugar, lo haría. Si es una buena aventura, iría", afirma. Experiencia ya tiene, porque hizo 1º de Bachillerato en Kentucky con una beca de la Fundación Barrié, una experiencia que, dice, "te ayuda a madurar a una velocidad mayor y a tomarte con más calma los problemas y te abre la mente".

Pero el futuro aún queda lejos. En el horizonte, un sueño: "Tengo el objetivo de cualquier científico: descubrir algo rompedor, importante, algo que redefina de algún modo mi campo".

Mientras, además de adquirir conocimientos, este joven vigués reconoce que espera disfrutar de la vida estudiantil en Santiago. "Solo eres universitario una vez y solo tienes esos años una vez en la vida", alega Diego Mojón, que obtuvo la mejor nota en unas pruebas que aprobaron el 92% de presentados.