Teresa Viejo ha vuelto este verano a Televisión Española, la que fue su casa durante años. "Es emocionante volver", señala en esta entrevista y confiesa que aún cree en aunar servicio público, calidad y entretenimiento. Sustituye a Mariló Montero al frente de La Mañana hasta septiembre, un periodo que coincide en el tiempo con la publicación de su tercera novela, titulada Mientras llueva. Por ello, se define como "una escritora que practica el periodismo".

-¿Cómo afronta esta nueva etapa en TVE? ¿Cómo valora que hayan confiado en usted para conducir La Mañana

-Con curiosidad y con espíritu de observadora, como casi todo en la vida. Estoy muy agradecida a TVE por la propuesta, es emocionante volver a la casa, aunque sea para un ratito. De todos modos solo he tenido que cruzar el jardín de Prado del Rey, de RNE a la tele.

-¿Qué noticia le gustaría dar este verano?

-Aventurar grandes titulares me parece azaroso, entre otras cosas porque mis noticias preferidas tienen que ver con las historias que afectan a la gente de a pie. Aún así me gustaría un golpe de efecto contra el IE (Estado Islámico). Es una guerra silente que se ceba con los más débiles, en especial con las mujeres.

-¿Qué esfuerzo supone aparecer todos los días en la pequeña pantalla? ¿Puede acabar por quemarse?

-Menos del que pensaba porque, de momento, llevo bien los madrugones. Hoy día, con tanta opción televisiva y de ocio, el pedazo del pastel es pequeño, de modo que el riesgo de sobreexponerse es mínimo. He estado más de veinte años apareciendo cada semana en la tele y me parece natural. También lo es alejarte de vez en cuando de ella, de lo contrario no podría escribir mis novelas.

-¿La audiencia prevalece por encima de todo en la televisión?

-Entiendo que en los medios públicos no, por eso me gusta trabajar en ellos. Yo aún creo en aunar el servicio público, la calidad y el entretenimiento.

-¿Cómo ve la situación actual de la profesión y los medios de comunicación?

-Hemos sufrido una doble crisis: la general y otra endémica. Salir de ellas pasa por reinventarse y buscar otros lenguajes. Miremos a internet, por ejemplo. Es formidable crear televisión desde un estudio con sobrados medios, pero también grabando piezas mediante un Ipad. Estoy abordando ambas tareas y me gustan las dos.