El uso de drogas con el fin de mantener relaciones sexuales, conocido como chemsex, es un fenómeno que gana popularidad en España, pese a los graves riesgos que tiene para la salud, tal y como advierte la coordinadora de Energy Control, un proyecto de la Asociación Bienestar y Desarrollo, Nuria Calzada, quien alerta de que se ignoran los daños que estas drogas pueden provocar sobre la salud.