La Santa Sede informó ayer de que la Justicia vaticana ha concedido el arresto domiciliario al sacerdote español Lucio Vallejo Balda, imputado por la filtración de documentos financieros reservados de la Santa Sede.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que Vallejo se encuentra "en arresto domiciliario en un apartamento en el Vaticano", después de que haya abandonado "el edificio de la Gendarmería vaticana", donde se encontraba en prisión preventiva desde el pasado 1 de noviembre.

"Su situación no cambia sustancialmente, permanece en el interior del Vaticano y a la espera del desarrollo del proceso judicial" por el que está imputado, añadió Lombardi.

El sacerdote español, que fue secretario de la extinta Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (Cosea), estaba detenido en el Vaticano desde el pasado 1 de noviembre. Está imputado junto con otras cuatro personas en el proceso que juzga el caso de filtración y publicación de información reservada, que ya se conoce como Vatileaks 2, en referencia al juicio en 2012 contra el mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele.

"Guerra táctica" en el Vaticano

Los otros acusados que se sientan en el banquillo son la italiana Francesca Chaouqui, los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, y el colaborador de la Cosea Nicola Maio. Nuzzi aseguró también ayer que Francisco es "un Papa revolucionario" que quiere "acabar con los faraones del Vaticano". Para el periodista, "hay una guerra táctica" que se libra en el interior de los palacios en el interior del Vaticano, pero considera que Francisco es "revolucionario" y no se olvida de la importancia de la unidad de la Iglesia. "No hace operaciones robustas, enérgicas o inmediatas que dejen traumas pero su actuación es inexorable", subrayó, y alerta de que las reformas emprendidas por el Pontífice están topando con una feroz oposición porque "se dirigen a mejorar el funcionamiento, la eficiencia, la limpieza y la transparencia del Vaticano".

"Todos los intereses contrarios a esto, buscan obstaculizarlo. Hay una lucha muy profunda muy fuerte en Vaticano poco visible a los medios de comunicación porque todo sucede en los Palacios Sacros", comentó Gianluigi Nuzzi.