Los cambios presupuestarios debido a las malas previsiones de la Xunta o a imprevistos de última hora se han mantenido a lo largo del año pasado. El mes de noviembre ha sido el último del que ha conocido otra modificación. En este caso se trata de 3,6 millones de euros necesarios para pagar medicinas.

El aumento de la factura se debe a diversas causas, si bien, el Servizo Galego de Saúde destaca dos en la documentación en que solicita a Facenda la autorización para los cambios internos del destino de sus fondos. Incide en "el incremento del tipo impositivo del impuesto sobre el valor añadido, así como la administración de nuevos medicamentos con un precio elevado", indica en el expediente sin especificar más.

Este diario solicitó a la Consellería de Sanidade información sobre este asunto, pero no obtuvo respuesta por parte del departamento de Jesús Almuíña.

Las modificaciones presupuestarias se dividen cuatro operaciones que autorizó Facenda en todos los casos y que constituyen desviaciones internas de gasto, no créditos a mayores. Por ejemplo, 1,2 millones computado para "planes directores y otras actuaciones" pasan a ser destinados a "productos farmacéuticos y material sanitario". Lo mismo sucede con otros casi 1,6 millones, que se anulan desde el capítulo de "cánones", según los textos que muestran la modificación de presupuesto.

Otros 324.000 euros proceden de variados capítulos, como maquinaria, equipos informáticos, gastos de locomoción o edificios, entre otros.

Los citados expedientes de carácter públicos incorporan todos un elemento clave que ilustra la excepcionalidad de llevar a cabo estas medidas, pues "la mencionada modificación presupuestaria no quedará consolidada para ejercicios futuros y permitirá el cumplimiento de los objetivos programados".