Un apoyo para sobrellevar mejor la incertidumbre de la enfermedad, alguien con el que desahogarse o simplemente una persona con la que charlar sobre cualquier tema para lograr desconectar durante unas horas del papel de paciente. Estas son algunas de las funciones que cada día realizan los voluntarios de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), personas que no dudan en donar parte de su tiempo libre para acompañar o ayudar a pacientes oncológicos y sus familias. Sólo en la provincia de A Coruña, hay 700 personas, que realizan esta labor altruista, de las que 31 ejercen de voluntarios en hospitales, donde atienden de media a unas 12.000 personas (entre enfermos y familiares) al año, según informó ayer la junta provincial de la AECC en A Coruña con motivo del Día Mundial contra el Cáncer que se celebra hoy.

Los voluntarios son los protagonistas de la jornada este año y por ello, la reina Letizia -como presidenta de honor de la AECC-, apostó ayer en un acto en Madrid por la integración de este colectivo en el sistema sociosanitario. "Debe hacerse de un modo bien calibrado y ordenado para que sea verdaderamente eficaz", señaló la monarca. Por su parte, la supervisora de Enfermería del Centro Oncológico de Galicia, Ana Villaverde y la coordinadora de Radioterapia, Dolores Teijeiro, impartieron una charla en la sede coruñesa de la AECC para resaltar la labor que realizan los voluntarios en toda la provincia y que se concentra en dos hospitales: el Abente y Lago y el Oncológico.

Una de las iniciativas de esta entidad es la bautizada como Carrito Don Amable Cada mañana, de lunes a jueves, voluntarios de la asociación intentan hacer más amena la espera a los pacientes que acuden a radioterapia. "Hablan con ellos, les ofrecen café, agua, alguna revista y sobre todo les escuchan y tranquilizan. Muchos vienen solos, desde otras ciudades de Galicia y agradecen tener a alguien con quien compartir la espera", señaló Dolores Teijeiro, quien dejó claro que cuando los voluntarios no están, "los pacientes los echan de menos".

Otra opción para quienes de forma desinteresada donan tiempo en acompañar a pacientes oncológicos son las visitas a enfermos hospitalizados. "Estos encuentros con beneficiosos para el tratamiento de los pacientes. A través de la empatía y la comprensión que les ofrecen los voluntarios, consiguen calmar su ansiedad y sus preocupaciones", resaltó Ana Villaverde.

La Asociación contra el Cáncer cuenta con más de 20.200 voluntarios a nivel estatal, de los que casi 6.000 centran su labor en los hospitales. Las mujeres son mayoría en esta labor (representan el 89% del voluntariado de la entidad) y la media de edad son los 57 años. Además, un tercio de los voluntario tiene estudios universitarios, otro tercio secundarios y la antigüedad media como voluntario es de cinco años, según explicó ayer la AECC.

La Asociación recuerda que su voluntariado "cuenta con una formación continúa" y que desde la entidad se hace una evaluación y un seguimiento de su labor. Los últimos datos revelan además, según la AECC, que nueve de cada diez pacientes se muestran muy satisfechos con la atención recibida y otorgan a los voluntarios una puntuación de 4,61 entre 5. A la hora de resaltar qué es lo que les resulta más útil de contar con la ayuda de un voluntario, los pacientes resaltan "el apoyo emocional, el entretenimiento y el acompañamiento". La satisfacción con el trato recibido es tan alta que, según indican en la propia asociación, seis de cada diez personas que han superado un cáncer, aconsejan a otros que se pongan en contacto con un voluntario.