La asignatura de Religión gana adeptos entre los alumnos gallegos de Bachillerato. La cifra de estudiantes que elige esta materia aumenta por primera vez después de tres años de caída al pasar de los 9.784 matriculados el curso pasado a los 10.352 actuales (un 6% más), según los últimos datos de la Consellería de Educación. Un repunte que coincide con los cambios en la asignatura que introduce la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce): desde este curso 2015-2016, Religión vuelve a ser una asignatura cuya calificación cuenta para la nota media del expediente.

Pese a que el incremento en Galicia es menor que a nivel estatal -en el conjunto del país los matriculados en Religión en 1º de Bachillerato se duplicaron en el último año al pasar de 67.807 a 130.078, según los datos de la Conferencia Episcopal Española-, este repunte supone un giro a la tendencia de los últimos años. Desde el curso 2011-2012, el alumnado de Religión en Bachillerato bajaba progresivamente todos los años y la alternativa a esta materia -Atención Educativa- congregaba a la mayoría de los estudiantes. Ahora, sin embargo, ambas materias se reparten de manera equitativa al alumnado. El pasado curso, seis de cada diez alumnos de Bachillerato cursaba Atención Educativa (19.730), frente a un tercio que optaba por Religión (9.784) mientras que este curso hay 10.352 matriculados en la materia católica y 10.350 en su alternativa. Otros diez cursan Religión Evangélica, según la Xunta.

Con la llegada de la Lomce, Religión volvió a ser una materia computable para la nota media, algo especialmente relevante en Bachillerato ya que en la nota final de selectividad el expediente académico de esta etapa cuenta un 60%, frente al 40% de la nota del examen. Religión se incluye dentro de las denominadas asignaturas específicas -los alumnos deben cursar dos o tres de las doce ofertadas- y compite por atraer a los estudiantes junto a otras asignaturas como Francés, Dibujo, Anatomía o Análisis Musical. "No sé si será el único motivo, pero muchos de mis alumnos de Bachillerato me han dicho que es la más fácil y que han elegido esta materia para conseguir una mejor media en selectividad", reconocía esta semana el presidente de la Federación Estatal de Profesores de Enseñanza Religiosa, Jesús Losada.

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Un repunte similar se experimentó Secundaria. Los matriculados en Religión católica en esta etapa aumentaron un 6% en el último curso al pasar de 44.606 a 47.253. De este modo, es la alternativa con mayor número de estudiantes, seguida de Atención Educativa (21.188) e Historia y Cultura de las Religiones (590). A nivel estatal, el incremento fue del 12%.

Los datos de la Xunta revelan, sin embargo, que si se analizan todas las etapas educativas, la materia de Religión no deja de perder alumnado en la comunidad gallega. En sólo cuatro cursos, los colegios gallegos perdieron a una cuarta parte de los matriculados: quienes cursan esta materia bajaron un 23% al pasar de los 250.755 del curso 2011-2012 a los 193.519 del actual.

Educación Primaria es la etapa educativa en la que más alumnos opta por cursar Religión: siete de cada diez escolares elige esta materia (94.785 este curso), frente a los poco más de 39.000 que prefiere estudiar la materia de Valores Sociales y Cívicos.

Y a todos ellos hay que sumar quienes estudian otra religión distinta a la católica. Son una minoría, pero están presentes en todas las etapas. Un total de 1.317 alumnos de Galicia está matriculado en religión evangélica (la mayoría en Primaria e Infantil: 846 y 258), ocho en religión islámica y cinco en religión judía.