La Organización Mundial de la Salud anunció ayer que la región europea es la primera en el mundo declarada libre de transmisión de malaria tras reducir el número de casos autóctonos de 90.712 en 1995 a cero en 2015. La región europea abarca 53 países, con una población de cerca de 900 millones, e incluye a Rusia y a las antiguas repúblicas soviéticas.

La oficina regional europea, con sede en Copenhague, consideró clave la adopción en 2005 de la Declaración de Taskent, que permitió a países afectados por la malaria (Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán y Uzbekistán) elaborar una estrategia para erradicar la enfermedad.