Un 30% de los niños y adolescentes en España sufre dolor crónico, "prevalencia que aumenta con la edad y es más común en niñas" y cuyos efectos pueden alcanzar el nivel emocional, económico y laboral, según aseguró ayer el director de la Cátedra de Dolor Infantil Universidad Rovira i Virgili-Fundación Grunenthal, Jordi Miró, quien hizo hincapié en cuestiones para mejorar el tratamiento del dolor "ya que cuando se cronifica es más difícil que desaparezca".