Las redes sociales han actuado como catalizador de la frustración y la ira de la minoría negra de EEUU al difundir de manera inmediata los presuntos abusos policiales que sufre esta comunidad, en un país que parece no recordar la aprobación de la Ley de Derechos Civiles hace más de 50 años. La muerte de dos ciudadanos negros a manos de las fuerzas de seguridad esta semana, y la matanza ocurrida el pasado jueves en Dallas de cinco policías durante una manifestación para denunciar esos abusos, subrayan la incapacidad del país para poner solución a las barreras sociales por cuestiones de raza. "La crisis en curso sobre la brutalidad policial contra las minorías raciales se ha desencadenado ahora gracias a los vídeos de los teléfonos inteligentes publicados por los ciudadanos", explica el profesor de Historia de la Universidad del Sur de California, Philip J. Ethington. "Pero es por desgracia solo el último episodio de una larga historia de este tipo de represión gubernamental".

Pese a contar con el primer presidente afroamericano de la historia del país, la desigualdad que viven las minorías, no solo la negra, se ha acentuado en los últimos años como consecuencia de la crisis económica que sacudió a EEUU en la última década y, a juicio de los analistas, han sido casi inexistentes las medidas para cerrar esa brecha. Según Christian Davenport, profesor de Ciencia Política,no se ha logrado abordar "la cuestión de tener una democracia política con la gran cantidad de libertades que eso conlleva".