Tras varias negativas y la amenaza de que fuese un juez quien eligiese el nombre de su hijo, finalmente los madrileños Ignacio Javierre y María Hernández podrán llamar Lobo a su recién nacido. La Dirección General de los Registros y del Notariado anunció ayer que admitirá este nombre de pila ya que "no confunde el sexo ni atenta contra la dignidad y es bonito". Eso sí, este pequeño no será innovador a la hora de lucir un nombre de animal ya que sólo en Galicia hay más de 3.700 personas cuyos padres optaron por buscar en la onomástica de la fauna para bautizar a sus hijos y que aparecen como León, Delfín, Castor, Paloma o Alondra en su DNI.

Delfina es el nombre de animal con más adeptos en la comunidad gallega ya que 1.424 mujeres aparecen registradas de este modo, seguido de Paloma (971 gallegas se llaman así) y Delfín (538 casos). Además hay 405 Castor -frente a 329 Castora-, 37 gallegos que se llaman León y seis Alondra, según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE). La media de edad de los inscritos revela que bautizar con nombre de animales era más frecuente hace unas décadas ya que tanto los Delfín y Delfina como Castor y su femenino rebasan en su mayoría los 60 años. La media de edad baja entre quienes se llaman León (46 años), Paloma (36) y Alondra (13,6).

La dinámica se repite al analizar los bautizados con el nombre de un animal a nivel estatal. Paloma es el que cuenta con más adeptos (más de 31.200 inscritas), seguida de Delfina (6.970) y Delfín (2.900), León (2.508) y Castor (1.180). Además hay bautizadas un total de 122 personas con el nombre de Alondra en España, otras 123 como Leona y 15 como Rana. El Instituto Nacional de Estadística incluye en la clasificación de nombres a 15 personas que se llaman Can, lo que equivale a perro en gallego.

Más allá de los nombres clásicos de animales hay otros apelativos que también tienen su hueco en el mundo de la fauna como el muy extendido Martín (más de 6.900 en Galicia) y que sirve para denominar a un tipo de ave (el Martín pescador), Lucio (78) que es un tipo de pescado o Sancho, que la Real Academia Española (RAE) incluye como sinónimo de cerdo en su diccionario y que denomina a 370 españoles, 15 de ellos en Galicia.

Y si llamarse como un animal hace tiempo que dejó de ser anecdótico, menos lo es apellidarse así. En España hay más de 16.000 personas cuyo uno de sus apellidos es el polémico Lobo, más de 26.000 acompañan el nombre con Becerra, otros 24.000 con Toro o más de 11.000 con Vaca, entre otros.

La polémica sobre llamar a un niño Lobo surgió cuando el Registro de Fuenlabrada se negó a inscribir al menor con este nombre de animal ya que la ley prohibe poner como nombre un apellido y al considerar que podía ser ofensivo. Ahora desde la dirección general señalan que "hay que adaptarse a la realidad social" y admitir ciertos nombres que antes no se permitían pero que están aceptados socialmente y no son vejatorios. En este sentido, el director general de los Registros y Notariado, Javier Gómez Gálligo reconoce que Fuenlabrada cumplió con lo que marca la ley, pero que la dirección cambiará ahora su criterio respecto a Lobo. En este sentido, Gálligo no descarta que con el paso del tiempo y la aceptación de la población, nombres que hoy parecen despectivos como Perro, terminen por ser aceptados tanto en la sociedad como en los registros de todo el país.