La sociedad impone una serie de expectativas sobre la maternidad que en muchos casos no se ven cumplidas. No lo dicen solo los libros, también una encuesta realizada a 10.000 personas en 5.500 hogares británicos que se ha publicado recientemente. El estudio, que se puede consultar en Demography, se centra en conocer cómo tener o no hijos influye en el bienestar del sujeto, hombre o mujer. Su conclusión es que, especialmente para las mujeres, los costes personales de tener hijos no compensan los momentos de alegría.

El equipo, en el que participa un español -el profesor de la Universidad Pompeu Fabra Bruno Arpino- dividió a los participantes en tres grupos: tradicional, donde el modelo masculino mantiene a la familia y la mujer cuida de los niños en casa; moderno, donde ambos progenitores trabajan; y mixto, mayoritariamente mujeres que trabajan pero que además recae sobre ellas las principales cargas del hogar y el cuidado de los hijos.

Los resultaron concluyeron que solo las madres tradicionales están más satisfechas que sus homólogas sin hijos. Los investigadores atribuyen este hecho a los altos costes que soportan, sobre todo, las madres mixtas. En el caso de las mujeres con dos hijos, nunca experimentaban mayor satisfacción que aquellas que solo tenían un hijo, independientemente de sus orientaciones familiares.

En cuanto a los hombres, los tradicionales y modernos sí aseguraron sentir un aumento de la satisfacción en su vida. Los modernos dijeron sentirse mejor con la llegada de su primer hijo, pero al tener el segundo no ocurrió lo mismo.