A pesar de la progresiva privatización del servicio del mantenimiento en los hospitales (sobre todo en el área de tecnología sanitaria), aproximadamente el 40% de las tareas siguen siendo asumidas por personal propio del Sergas, que se encarga de supervisar tanto las instalaciones, el mobiliario como la reparación de algunos equipos. Y estos trabajos tampoco consiguen el aprobado por parte del Consello de Contas.

En primer lugar, critica que el personal que se ocupa de estas funciones está "obsoleto" y no se adapta a las necesidades técnicas que requiere el trabajo. El informe de este órgano fiscalizador pone varios ejemplos. En un centro de Atención Primaria de Vigo un pintor y tres celadores se encargan de las reparaciones. En el Hospital Rebullón se les atribuye a un jardinero y a un calefactor funciones de conductor de instalaciones, un trabajo que en el Hospital Cíes asumen un fontanero, un mecánico, otro calefactor y un albañil.

Pero además Contas alerta que estos trabajadores están cobrando con carácter periódico y regular un plus por hacer horas extraordinarias que debería ser "excepcional". Según explica, el problema está en la "falta de flexibilidad" de los turnos. Normalmente a estos empleados se les asigna turno de mañana, pero en esta franja horaria su trabajo interfiere con la actividad sanitaria, de manera que se ven obligados a hacer horas extras por la tarde y la noche. En el área sanitaria de Ourense los trabajadores llegan a cobrar un plus anual de hasta 4.000 euros. "Se cubren déficits estructurales como fórmula económica compensatoria al margen de las retribuciones aprobadas", denuncia el Consello de Contas.