El metoprolol, un fármaco usado desde hace 30 años para dolencias cardíacas, es capaz de reducir el daño que un infarto provoca en el músculo del corazón. Ahora, científicos españoles han descrito cómo actúa el medicamento, lo que ampliará su uso a otras patologías y cambiará los protocolos ante los infartos. El hallazgo se publica en Nature Communications.