"Un año de fuegos de artificio". Así califica el doctor Alfonso Mariño, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del Centro Oncológico de Galicia, este 2017, que "marcará un antes y un después" para los profesionales, pero sobre todo para los más de 2.000 pacientes con cáncer que cada año pasan por las instalaciones del antiguo Hospital Labaca para recibir radioterapia. El centro coruñés es uno de los beneficiarios de la donación de 320 millones de euros por parte de la Fundación Amancio Ortega a la sanidad pública española -17 millones destinados al Servizo Galego de Saúde (Sergas)- para el abordaje de esa enfermedad. Un "gesto altruista" que ya se ha empezado a notar en el Oncológico, donde desde hace casi un año funciona uno de los dos nuevos aceleradores lineales de última generación adquiridos con los fondos aportados por el fundador de Inditex.

"Alrededor de 630 pacientes" han sido tratados ya con ese aparato, explica el gerente del centro, Manuel Ramos, quien avanza la inminente puesta en marcha de una segunda tecnología de este tipo. "Llevamos casi un mes y medio realizando pruebas de calibración y formando a nuestro personal. Esta misma semana nos visitaron los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear para dar el visto bueno a la unidad, y también el conselleiro de Sanidade, quien prácticamente nos aseguró que el nuevo equipo empezará a funcionar a mediados del mes que viene", señala Ramos, quien especifica que ese segundo aparato donado por la Fundación Amancio Ortega elevará a tres el número de aceleradores lineales del centro, mejorando, cualitativamente, la dotación existente.

"Esta nueva tecnología sitúa al Centro Oncológico de Galicia no solo a la vanguardia de la comunidad gallega, sino del resto de España", proclama Alfonso Mariño, quien subraya que los nuevos equipos "permiten no solo ser más precisos, sino dar mayores dosis y los porcentajes de curación aumentan en relación con la radiación". Entre los programas de referencia que el Oncológico desarrolla en Galicia figura, precisamente, la radioterapia estereotáxica corporal, basada en esa máxima concentración de alta radiación en tumores pequeños y que el centro ya aplica en pulmón, hígado, vértebras y páncreas. De la importancia de contar con tecnología de alta precisión da idea el hecho de que se administra con el paciente inmovilizado en una especie de colchón con bomba de vacío. Además, los nuevos aparatos "acortan los tiempos de tratamiento", apunta el jefe de Oncología Radioterápica del centro coruñés, en referencia a las técnicas de intensidad modulada volumétrica que permiten adaptar las dosis. "Un tratamiento que antes llevaba veinte minutos, ahora se pueden hacer en dos, por ejemplo, en cabeza y cuello", explica el doctor Mariño.

La donación de la Fundación Amancio Ortega a la sanidad pública española para el abordaje del cáncer no solo beneficiará de manera directa al Oncológico y, por supuesto, a sus pacientes que, como bien recuerda el gerente del centro coruñés, Manuel Ramos, "son lo más importante, el eje alrededor del que gira todo nuestro trabajo". Los 17 millones de euros aportados al Sergas por el fundador de Inditex también han permitido poner en marcha el Servicio de Radioterapia del Hospital Lucus Augusti de Lugo, con lo que el grueso de pacientes que acuden a recibir sesiones de radioterapia al Oncológico disminuirá entre un 20 y un 25%, "de unos 2.600 cada año, a alrededor de 2.000", especifica Ramos. "Tradicionalmente, los enfermos oncológicos de la zona norte de la provincia de Lugo tenían que desplazarse hasta nuestro centro para recibir radioterapia, pero desde marzo del pasado año, el Lucus Augusti cuenta también con un acelerador lineal de última generación, con lo cual solo tendrán que venir a A Coruña aquellos pacientes que precisen recibir uno de los tratamientos para los que somos centro de referencia", explica el gerente del Oncológico, quien asegura que con una unidad alimentada por tres aceleradores, podrán dar los tratamientos, únicamente, por la mañana y por la tarde.

Después del verano, el centro coruñés estrenará, además, "el primer equipo PET-TAC para usuarios de la sanidad pública del norte de Galicia", un aparato que "combina las imágenes anatómicas de un TAC con las recogidas por el PET, y refleja la actividad metabólica de las células". "Permite a los especialistas localizar tejidos neoplásicos o tumores, así como metástasis, y también se puede utilizar para evaluar la eficacia de los tratamientos de radio y quimioterapia", especifica Ramos. "A finales de agosto esperamos haber recibido ya este equipo para iniciar las calibraciones y la formación del personal", añade el gerente del Oncológico, quien estima que "alrededor de 1.300 pacientes" pasarán, cada año, por el PET-TAC, aunque "no todos serán enfermos oncológicos", pues este tipo de exploraciones son de gran utilidad en otras áreas médicas como la neurología o la cardiología.