La Comisión Europea (CE) impuso ayer a Google una multa de 2.420 millones de euros, la mayor que infringe hasta la fecha contra una sola compañía, por abusar de su posición dominante como motor de búsquedas en internet al dar ventajas "ilegales" a su servicio de comparación de compras. Google, por su parte, ya comunicó su intención de apelar la multa.

"Lo que ha hecho Google es ilegal bajo las normas antimonopolio de la UE. Ha negado a otras empresas la oportunidad de competir sobre la base de sus méritos y la innovación", indicó la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, quien añadió: "Y lo que es más importante, ha negado a los consumidores europeos una verdadera elección de servicios y los beneficios completos de la innovación".

La CE concluyó que la compañía ha dado un lugar prominente a su propio servicio de comparación de compras, de manera que cuando un consumidor hace una búsqueda en Google con la que el servicio de compras quiere mostrar resultados, éstos aparecen cercanos a los resultados de la búsqueda.

Además, según la Comisión, Google "degradó" los servicios de comparación de competidores en sus propios resultados de búsquedas. De ese modo, los servicios de comparación de compras rivales aparecían en los resultados de búsqueda de Google en función de algoritmos genéricos de búsqueda del gigante informático, en los que incluyó criterios que degradaban los servicios ajenos.

"Las pruebas muestran que incluso los rivales mejor posicionados aparecían, de media, sólo en la página cuatro de los servicios de búsqueda de Google, y otros incluso más abajo", indicó la CE.

La multa se ha calculado según el valor de los ingresos de Google obtenidos de su servicio de comparación de compras en los trece países del Espacio Económico Europeo, entre ellos España, donde la empresa introdujo estas prácticas. La Comisión exige ahora a la compañía poner fin a su conducta en 90 días, o de lo contrario deberá abonar pagos de penalización de hasta el 5% de los ingresos diarios medios mundiales de la matriz de Google, Alphabet. Sobre los remedios que deberá poner en marcha Google para cumplir la decisión, Vestager dijo que aún "no se han discutido en detalle" y que es "importante" que la empresa haga propuestas. Vestager indicó asimismo que la CE sigue evaluando otros servicios verticales de Google, como los que ofrecen imágenes, búsquedas locales, mapas o viajes.

Por su parte, Google anunció ayer que "considera apelar" la decisión de la CE. "Revisaremos la decisión de la Comisión en detalle mientras consideramos una apelación, y esperamos continuar defendiendo nuestro caso", dijo en un breve comunicado el vicepresidente y asesor legal general de Google, Kent Walker.

La multinacional estadounidense defendió ayer que cuando los consumidores compran en línea, quieren encontrar los productos que buscan "rápida y fácilmente" y los anunciantes quieren a su vez "promover los mismos productos". "Por eso Google muestra anuncios de compras, conectando a nuestros usuarios con miles de anunciantes, grandes y pequeños, en formas que sean útiles para ambos", incidió su vicepresidente.

Google defiende que "miles de comerciantes europeos" utilizan sus anuncios "para competir con compañías más grandes, como Amazon o eBay". La compañía afirma que, a la hora de explicar por qué unos comparadores tienen más éxito que otros, la Comisión debería también considerar que hay muchas web que han crecido en los últimos años, "incluyendo plataformas como Amazon e eBay".