Una cosa es la realidad y otra como se ven los jóvenes gallegos y cuando ambas imágenes no coinciden aparece el riesgo de sufrir algún trastorno alimentario. La encuesta realizada por el Sergas refleja precisamente el desfase entre el peso real de estos adolescentes y la percepción que ellos tienen de su físico.

La mitad de los estudiantes que están delgados consideran que no lo están. Mientras que, por el contrario, dos de cada diez jóvenes con exceso de peso no se ven gordos.

Trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia parten de esta imagen distorsionada. Así, uno de cada tres adolescentes gallegos se ve gordo pese a no estarlo. La situación más grave es la de aquellos que pese a tener un peso por debajo de lo normal, consideran que les sobran kilos. El estudio del Sergas asegura que hay un 4,5% de alumnos de ESO en esta situación. La buena noticia es que es un porcentaje más bajo que el registrado en 2007 cuando ascendía al 7,6%. Hay otro 22,6% que están en su peso ideal y a pesar de ello se ven con gordos.

Pero el caso contrario también puede acarrear riesgos para la salud: si no se es consciente de que se tiene un exceso de peso no se adoptan las medidas para mejorar los hábitos alimenticios. Dos de cada diez jóvenes con sobrepeso creen que están bien, e incluso hay un 1 por ciento que se ve delgado.

Según revela el estudio del Sergas sobre los factores de riesgo para la salud en la juventud gallega, el 16% de los adolescentes tiene exceso de peso, una tasa que se mantuvo estable en el último lustro. El problema es mayor entre los chicos que entre las chicas. El 19% de los varones tiene sobrepeso, frente a solo el 13,5% de las mujeres.

Y al igual que ocurría con la mala calidad de las dietas, es mayor el sobrepeso en aquellos adolescentes con padres no universitarios: el 18,1% mientras que entre los hijos de familias con estudios superiores esta tasa baja al 12,2%.

La vinculación entre una buena educación y unos hábitos alimenticios saludables se hace aún más patente si se analiza la relación entre los estudiantes con buenas notas y el exceso de peso. Entre los alumnos con buen rendimiento académico la prevalencia de la gordura es del 12,7%, cuando entre los menos estudiosos se eleva al 17,4%.

Y lo que es evidente es que hay menos chavales deportistas con exceso de peso (el 15,5%), frente al 19,2% de los que no practican ningún tipo de actividad física.