Fumar durante el embarazo está considerado un factor de riesgo para el feto ya que aumenta las probabilidades de sufrir un aborto, de que el niño nazca con bajo peso o que en el futuro sea más propenso a sufrir patologías respiratorias. Los médicos aconsejan siempre dejar el tabaco durante la gestación, pero no todas las futuras madres cumplen con esta recomendación. Una encuesta del Sergas -realizada a finales del pasado año a 6.436 mujeres que tuvieron un hijo entre septiembre de 2015 y agosto de 2016- revela que un 11,9% continuó fumando durante la gestación. La tasa se redujo ya que seis meses antes del embarazo eran casi un tercio las que tenían el hábito del cigarrillo (el 27,8%).

El estudio del SergasSergas, cuyos resultados se publican en el último Boletín Epidemiolóxico de Galicia, analiza los hábitos de las embarazadas en la comunidad antes de la gestión, durante ella y pasados entre 3 y 16 meses del parto. Una de cada diez encuestadas -más de 770- reconocían seguir con el hábito del pitillo, sea de forma ocasional o a diario, pese a estar embarazadas. Tras dar a luz, la tasa de fumadoras se elevó hasta el 17,2% y aumenta a medida que pasa más tiempo desde el parto: pasados entre 12 y 16 meses, el porcentaje ascendía ya al 18,9%. Las futuras mamás tenían más cuidado, sin embargo, con el humo ambiental del tabaco ya que solo el 10,1% dice que se expuso a él durante la gestación y la tasa bajó un punto más cuando nació el pequeño.

Las embarazadas de la comunidad gallega también parecen más concienciadas con dejar el consumo de alcohol que el tabaco durante la gestación. Si durante los seis meses previos al embarazo más de la mitad de las encuestadas (53,9%) reconocían consumir alguna bebida alcohólica, tras conocer la noticia de que iban a ser madres, solo un 2,7% continuó con este hábito. Tras dar a luz, se produce un nuevo repunte en el consumo aunque no llega a los niveles anteriores al embarazo: un 30,8% reconocieron beber algo en el momento en el que se produjo la encuesta.

La dieta también se perfila y se vuelve más saludable durante el embarazo. De este modo, la prevalencia de quienes comían a diario fruta y verdura y pescado dos veces o más a la semana pasó del 45% al 59,2% durante el embarazo para bajar tras el parto al 52,6%, según la encuesta de la Consellería de Sanidade, quien resalta que las gallegas que esperan un hijo también extreman las precauciones con el consumo de pescado de gran tamaño -por el riesgo a que contengan restos de metales- y de este modo la tasa de quienes ingerían de forma habitual pez espada o atún rojo pasó del 29,5% antes del embarazo a solo el 6,8% durante los nueve meses de gestación.

Pese a ser minoritario, el consumo de ciertos medicamentos o drogas también baja durante el embarazo. De este modo, si el 5% de las encuestadas reconocía haber consumido cannabis en los meses previos al embarazo, quienes lo siguieron haciendo durante el mismo fueron solo el 0,7% y la tasa volvió a subir al 1,4% tras dar a luz. Lo mismo ocurre con los fármacos para dormir: la tasa pasó del 3,6% de consumidoras al 1,8% en el embarazo y subir al 2,5% cuando el niño ya supera los tres meses.

Además, el Sergas analiza si las embarazadas continúan con el deporte durante este periodo: una de cada cuatro realizaba ejercicio durante los nueve meses (27%) y más de la mitad -hasta seis de cada diez- reconocen que salían a caminar con el objetivo de hacer ejercicio durante el embarazo.