Se calcula que el 50% de los pacientes con glaucoma no sabe que lo padece; solo en el caso de un ataque de glaucoma agudo, "el ojo se pone rojo y aparece un dolor muy intenso, que puede ir acompañado de visión borrosa, náuseas y vómitos", según el responsable de la Unidad de Glaucoma en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, Pablo Rodríguez Calvo.

Esta enfermedad, que afecta al nervio óptico, por acumulación de fluido en la parte anterior que aumenta la presión intraocular y puede afectar a la visión e incluso llegar a la ceguera si no es tratado.