Daniel Brühl, Dakota Fanning y Luke Evans viajan a un Nueva York "oscuro y violento" de finales del siglo XIX en The Alienist, una serie de Netflix que combina misterio e inmersión histórica y que los actores presentaron hace unos días en Roma coincidiendo con su estreno en España. Basada en una novela de Caleb Carr, la trama gira en torno una serie de asesinatos de niños dedicados a la prostitución que tiene en vilo a la ciudad; el jefe de policía pide ayuda en la investigación al doctor Laszlo Kreizler (Brühl), un pionero psicólogo criminal.

"Era la época del comienzo de la psicología, estos tipos eran valientes, progresistas, modernos, pero la sociedad en general recelaba de ellos, los veía peligrosos o unos charlatanes", explicó Brühl en Roma a un grupo de periodistas internacionales.

"Es increíble que pasara tanto tiempo antes de que se mirara la mente humana de un modo profesional, el miedo que daba y aun da explorar lo que somos como seres humanos", reflexiona el actor, conocido por películas como Malditos bastardos o Goodbye Lenin.

El triángulo protagonista se completa con Luke Evans ( Drácula: la leyenda jamás contada, La Bella y la Bestia), un ilustrador del New York Times que juega a ser una especie de Watson para Kreizler, y Dakota Fanning como Sarah Howard, una secretaria que trabaja en la policía y está empeñada en convertirse en la primera mujer detective.

"En las películas de época no suele haber personajes femeninos fuertes, porque a las mujeres no les permitían hacer muchas cosas", señala la actriz, que con sólo 24 años ha trabajado ya en casi 60 títulos y tiene por delante la adaptación de La campana de cristal de Sylvia Plath y Ocean's 8.

"Pero Sarah es una mujer con una enorme fuerza y determinación", añade, "que lucha contra esas limitaciones impuestas, no está casada ni tiene niños y está centrada en su carrera, y todo eso me parecía muy interesante".

The Alienist es una de las apuestas fuertes de Netflix de la temporada. La adaptación ha corrido a cargo de Cary Fukunaga ( True Detective) y Hosein Amini ( Las dos caras de enero) y entre la nómina de directores figuran Jakob Verbruggen ( Black Mirror), que también es productor ejecutivo, y el español Paco Cabezas.

Las calles de Nueva York de 1896 se han recreado en estudios en Budapest, donde el equipo estuvo rodando durante siete meses. "Nueva York era un lugar bastante podrido en esa época", apunta Brühl, para quien la experiencia ha sido "una lección de historia". "La ciudad estaba inmersa en enormes cambios, pero la distancia entre ricos y pobres era enorme", dijo.