Los jefes de los principales clanes del narcotráfico gallego detenidos a finales de la década de los noventa y principios de la de 2000 ya han cumplido varios años de condena. Y eso motiva que en los últimos meses hayan empezado a disfrutar de los beneficios penitenciarios que la ley prevé para los reos. José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, y Laureano Oubiña Piñeiro ya pisaron la calle de permiso -y ya se les han concedido otros para estas fiestas-y ahora se suma a ellos Josefa Charlín Pomares, que es la hija mayor del patriarca del clan de los Charlines.

Josefa Charlín está en prisión desde 2001, cuando fue entregada a España por las autoridades portuguesas en función de una orden internacional de busca y captura dictada contra ella. En 2003, fue condenada junto a otros familiares suyos -entre los que se encontraba su padre, Manuel Charlín Gama- a 15 años de cárcel por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico y otros tres delitos contra la Hacienda Pública; posteriormente, en 2004 la Audiencia Nacional la sentenció a otros 17 años de cárcel por su relación con el traslado de 600 kilos de cocaína desde Colombia a las costas gallegas en 1989.

Josefa Charlín Pomares está considerada por los expertos en narcotráfico como uno de los cerebros del histórico clan vilanovés, y actualmente cumple condena en Salamanca. Hace unos meses pidió autorización para disfrutar de un permiso, y aunque la cárcel emitió un informe en contra, el juez de Vigilancia Penitenciaria acordó finalmente concedérselo.

Fuentes consultadas indican que Josefa Charlín salió ayer de la cárcel, y que podrá disfrutar de la libertad durante cuatro días, con lo que deberá regresar al penal el jueves. También Sito Miñanco sale de prisión estos días, pues el juzgado de Vigilancia Penitenciaria le ha autorizado una salida. En su caso no es la primera, y de hecho, el permiso de tres días que disfrutó el verano de 2010 fue uno de los hechos por los que Instituciones Penitenciarias empezó a investigar a Francisco Sanz, el director de la cárcel de Huelva -en la que el narcotraficante arousano estuvo un año-, que destituido a principios de la semana pasada.

Por el momento no hay fecha exacta para la salida de Sito Miñanco.

Tercer grado

Laureano Oubiña Piñeiro disfrutó de su primer permiso en octubre. Ha cumplido más de tres cuartas partes de su condena -su licenciamiento definitivo es el 17 de julio de 2012- y por ese motivo tiene derecho a un máximo de 36 días al año de permiso. El reo tiene derecho a organizar esos días a su conveniencia, aunque los períodos en libertad nunca pueden superar los siete días consecutivos.

El permiso de Navidad que se le concedió a Oubiña fue por seis días, que empezó a disfrutar a finales de la semana pasada, por lo que tiene que regresar al penal de Dueñas (Palencia) antes de la festividad de Nochevieja.

Entre tanto, el narco arousano está a la espera de recibir una comunicación formal del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria sobre su petición de acogerse al tercer grado.

Fuentes consultadas indican que finalmente se le va a conceder -de modo que Oubiña podría obtener la libertad condicional y salir de prisión por el día, e incluso trasladarse a Galicia, yendo a dormir a una cárcel más próxima a su domicilio-, pero la Audiencia Nacional no pudo confirmar ayer este extremo.

El gerente de la Fundación Galega contra o Narcotráfico, Fernando Alonso, considera que la concesión del permiso a Josefa Charlín Pomares "es temeraria y peligrosa", pues entiende que "el riesgo de fuga es evidente".