Existe una posibilidad mínima, pero la hay, de hallar en las piezas dentales halladas en la hoguera de la finca cordobesa de Las Quemadillas el código genético de los dos menores incinerados allí y que podrían ser los pequeños Ruth y José, cuyo padre permanece en prisión imputado por doble asesinato. La última esperanza para lograr extraer ADN en los restos óseos hallados en la finca, una vez que tres informes avalan que se trata de restos humanos y no de roedores como apuntaba el informe inicial de la forense policial, recae en el Instituto de Ciencias Forenses de la Universidade de Santiago (USC), dirigido por el catedrático Ángel Carracedo.

El laboratorio compostelano, referente mundial en identificaciones genéticas complejas, emitirá el quinto y definitivo informe sobre los restos calcinados en la hoguera que José Bretón prendió en la finca familiar el mismo día de la desaparición de los niños hace ya casi un año. Las muestras todavía no han llegado a la Universidad compostelana, cuyos responsables han confirmado "que el equipo de Carracedo recibirá próximamente las muestras dubitadas" del conocido como caso Bretón. Si se consigue extraer ADN, se comparará con las muestras tomadas recientemente a los padres de los dos menores, José Bretón (varios peritos acudieron hace dos días a la cárcel para tomar las muestras) y Ruth Ortiz.

La principal dificultad radica en el estado de degradación de los restos, quemados en una hoguera que alcanzó una temperatura de entre 650 y 800 grados centígrados. Las técnicas punteras de biología molecular que aplica el equipo de Carracedo son la última posibilidad de conseguir muestras genéticas de los menores. La principal esperanza radica en las 13 piezas dentales de leche existentes, pero también en las coronas de los dientes definitivos que se habrían hallado en fase germinal en el interior de la mandíbula del mayor de los cadáveres de los niños, el de Ruth. El centro compostelano son líderes mundiales en el área de medicina legal y forense. El prestigioso doctor Carracedo, coordinador del grupo de medicina genómica de la USC y director de la Fundación pública gallega de Medicina Genómica, es uno de los investigadores mundiales más relevantes en genética.

El reto de buscar ADN en los dañados restos óseos no es nuevo para el equipo de Carracedo. Así, participaron en casos tan relevantes como el 11-S, el 11-M o el crimen de las niñas de Alcasser.