Iban a celebrar un cumpleaños y acabaron arrasando la casa rural Ribeira do Tambre, alquilada por la madre de una joven que cumplía 18 años para celebrar su mayoría de edad. "Se les fue de las manos, vinieron hasta 50 personas porque se enteraron por las redes sociales y no han dejado nada en pie. Han roto puertas, vajillas, baños, armarios... Hasta dejaron carbón en la ducha y dañaron a patadas los electrodomésticos", relata su propietaria, Belén García, que valora en 30.000 euros los daños y denunció a la madre de la joven, como responsable civil, ante la Guardia Civil. "Ella también está destrozada por lo ocurrido, pero al final es su hija, así que no sé qué pasará", indica Belén, pesimista en cuanto a recuperar el valor de los desperfectos: "El seguro pagará hasta donde llegue", apunta.

Los agentes han identificado a la mayoría de invitados, casi todos menores de edad y compañeros del colegio privado Peleteiro en Santiago, si bien su objetivo es identificar a los que causaron los daños.

Lo ocurrido en la casa rural de Ribeira do Tambre, en la localidad coruñesa de A Baña, no es algo aislado, según alerta Cesáreo Pardal, presidente de la Federación Galega de Turismo Rural. Otros dos hosteleros han denunciado a sus inquilinos ante la Guardia Civil también por daños, todas ellas en las proximidades de Santiago. "Es el caso de Fogar do Selmo, en la localidad coruñesa de Rois y Casa Costoya en Ames", apunta Cesáreo Pardal.

Algunos propietarios de estos establecimientos ya optan por no alquilar a grupos de menores de 25 años y otros estudian fijar fianzas de hasta 500 euros con precontratos.