Más de un centenar de detenidos en distintos países de Latinoamérica y España -tres de ellos en Galicia- es el balance de la operación internacional Pureza 2 desarrollada contra la pornografía infantil Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Uruguay, Venezuela y España. Esta actuación contra el cibercrimen se enmarca en un operativo internacional coordinado por Interpol que se ha desarrollado en dos fases.

La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a 14 personas por tenencia y distribución de pornografía infantil y practicado 19 registros domiciliarios en los que se han intervenido 116 discos duros, una veintena de lápices de memoria y casi un millar de CD y DVD con miles de archivos de contenido pedófilo. Dos de los implicados fueron arrestados por la Policía Nacional en A Coruña y otro en Ourense, el resto caían en Madrid, Granada, Las Palmas, Sevilla, Barcelona, Valencia, Oviedo, Alicante y Zaragoza. El vecino de Ourense, arrestado el viernes pasado y al que se intervino abundante material informático, quedó en libertad con cargos tras declarar en el juzgado de guardia.

Además, otras 11 personas han sido imputadas a nivel nacional. Los investigadores analizan ahora las imágenes, de los miles de archivos intervenidos -de gran dureza que afectan a niños de entre 2 y 12 años-, para determinar si existe también delito de producción de material pornográfico infantil, abusos sexuales sobre menores por parte de alguno de los implicados o conexiones con otros pederastas que interactúan en la red.

La alerta la dio la Agrupación Investigadora de Explotación sexual de Menores por internet de la policía chilena que desarrolló una investigación a través de una conocida red de intercambio de archivos P2P en la que identificaron a varios de los detenidos en España que compartían los archivos. Pero no fueron los únicos ya que la operación se extendió a Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Uruguay Venezuela, cuyas policías participaron en las detenciones en la operación coordinada por Interpol.

Aunque la operación internacional contra la pornografía infantil partió de una investigación de Chile, donde hubo 8 detenidos, todo apunta que el epicentro de la red estaba en Argentina -con 30 detenidos- y donde se grababan y editaban los vídeos pedófilos que después se distribuían por la red.

En el registro de una vivienda en San Miguel de Tucumán, los detenidos tenían una propiedad en la que se descubrió un estudio de grabación en un zulo. A la habitación, provista de equipamientos para la producción de películas casera se accedía por un falso techo. Además, una casa de la ciudad argentina de Córdoba servía supuestamente como centro par ala edición de los vídeos de contenido pedófilo.