Las pastillas de su mediación, "más de la debida porque estaba "ansioso" y dos porros, estando en su dormitorio. "Es lo último que recuerdo"."Me desperté, salí de la habitación, vi su puerta abierta y la de la casa, y el cadáver de mi madre". Luis Pérez Rodríguez, el ourensano acusado de la muerte a martillazos de su madre -abuela biológica y tutora legal-, negó en el juicio que él cometiera el crimen de la mujer de 76 años en agosto de 2012. El cadáver apareció, envuelto en una alfombra, en el salón del piso que la señora compartía con el sospechoso desde la muerte de su marido, tres años antes. "La cubrí por respeto", manifestó el acusado.

La víctima fue estrangulada. El presunto homicida solo admitió ante la Audiencia de Ourense que le robaba "alguna vez". No obstante, la víctima llevaba la cuenta, en anotaciones de su puño y letra, de las joyas y efectivo sustraídas por su hijo (al que adoptó cuando era un niño) para, presuntamente, comprar droga. Durante 2011 y 2012, los robos sumaban unos 5.000 euros. "Cosas que me has cogido, Luis", dijo.

Además, al entregarse a la justicia, Luis llevaba una mochila con documentación, joyas e incluso una toalla manchada con lo que parecía sangre. La amiga que lo acogió hasta que se enteró del crimen por la prensa, acudió después a la Comisaría para dar a los agentes de policía el teléfono móvil. Un mes antes, la víctima entregó joyas a una prima y a su hija quiere que su pariente sea desheredado.