La Justicia de Rumanía decidió ayer que, finalmente, extraditará a España a Sergio Morate, sospechoso del doble asesinato de Cuenca, en un plazo máximo de diez días. La Alta Corte de Casación denegó en Bucarest el recurso presentado la semana pasada por la abogada del presunto asesino de Marina Okarynska, su exnovia, y de Laura del Hoyo, amiga de esta. Según señaló el portavoz del tribunal, Stelian Bodeanu, la petición de Morate no ha prosperado por "infundada". El sospechoso del crimen ya no tiene opciones de apelar su inminente entrega a España.

Morate, que fue trasladado a Bucarest desde Timisoara, reiteró una vez más su inocencia ante el juez. Además, aseguró que no existen pruebas que demuestren que sea culpable del doble crimen de las jóvenes de Cuenca, cuyos cuerpos fueron encontrados el pasado 12 de agosto, seis días después de su desaparición.

Sin embargo, el juez Iulian Dragomir advirtió de que solo la Justicia española tiene la potestad de clarificar su presunta implicación en los hechos. La rumana, añadió el magistrado, se limita a decidir sobre la orden de arresto internacional emitida por España. En la audiencia, Morate, que volvió a mostrarse impasible, aunque algo más hablador, esgrimió de nuevo sus dos principales argumentos. Por un lado, el temor a un proceso injusto en España por la repercusión que ha tenido el caso en los medios de comunicación. Por otro, las amenazas de muerte que habría recibido por parte de la familia de una de las víctimas. "He salido en la televisión todos los días y eso influye mucho", indicó el joven ante el juez.

También aseguró el presunto criminal que su teléfono "está pinchado", aunque declaró que desconoce si por parte de la policía rumana o por la española. "Todo lo que he hablado con mi madre ha salido al día siguiente en la televisión", indicó. Como gesto desesperado para evitar su extradición, el sospechoso del doble crimen quiso transmitir al juez que goza de recursos económicos que pueden permitirle vivir decentemente en Rumanía.

Tras la audiencia, y sin conocer todavía la decisión de la más alta instancia judicial rumana, Morate se montó en un furgón de la policía para regresar a Timisoara, donde cumple arresto preventivo. Policías españoles se trasladarán en breve a Rumania para llevar a cabo la extradición.

Familias de las víctimas

Tras conocer la decisión de Rumanía, las familias de las dos fallecidas, Laura del Hoyo y Marina Okarynska, pidieron a Morate que "esté tranquilo" porque los familiares de las jóvenes solo "quieren justicia, que sea juzgado y pague por las muertes realizadas".