Las autoridades saudíes elevaron ayer a 107 los muertos por la caída de la grúa en el interior de la Gran Mezquita de la ciudad de La Meca, el lugar más sagrado del Islam. La cifra de heridos se acerca a los trescientos. Se confirma que el fuerte temporal de lluvia y viento que azota la zona fue el detonante de la caída de la grúa, cuya estructura rompió el techo de la mezquita, abarrotada al ser viernes, día sagrado para los musulmanes. La grúa que causó la masacre era empleada en las obras para restaurar y ampliar el recinto.