Por enfermedad, solo uno de los dos hombres que descubrieron el cuerpo de Asunta en una pista forestal en Teo pudo comparecer ayer como testigo, A.B. Este reconoció que él y su compañero, que avisaron del descubrimiento, iban en el interior del único coche que los vecinos dijeron que habían visto pasar por la pista aquella noche.

A.B. explicó cómo al llegar a la altura del cuerpo le pareció percibir algo y dieron marcha atrás, aunque su compañero pensó que era un "espantapájaros", una "broma de niños". Tras idas y venidas para decidir qué hacer, ya que uno había bebido y otro no tenía puntos en el carné, volvieron al lugar sin el coche y alumbraron a la niña con el móvil.

Aunque desde emergencias les indicaron que tocaran el cuerpo para comprobar su estado, A.B. aseguró que no lo hicieron, pese a que los agentes que declararon ayer aseguraron que los hombres habían afirmado que la habían tocado para ver que "estaba fría". También discreparon en la revisión del vehículo. A.B. dijo que no le habían pedido revisar el interior del coche.

Diferente posición

Como ya había explicado durante la fase de instrucción, este testigo confirmó que mientras esperaban la llegada de la Guardia Civil tuvo la "sensación de que alguien" le estaba observando y que el cuerpo (en concreto un brazo) había cambiado de posición entre la primera vez que lo vieron y cuando regresaron al lugar.