La Audiencia de Pontevedra condenó a una pena de 10 años de prisión a Genaro Solla Moares, como autor de un delito de malos tratos y del intento de homicidio de su compañera tras arrojarla desde la ventana de un segundo piso en la vivienda en la que ambos residían.

La sentencia también le impone más de 18 años de alejamiento de la víctima y el pago de una indemnización de 20.000 euros por las graves heridas que sufrió la mujer al precipitarse contra la acera.

El tribunal impone también a Solla, de 48 años, una pena de un año de cárcel por una primera agresión que la víctima sufrió en 2013 cuando en las proximidades del domicilio de ambos la golpeó dándole puñetazos y patadas y tirándola al suelo ocasionándole, entre otras lesiones, una fractura de nariz. Meses después se produjo el incidente por el que es condenado a 9 años de cárcel por intento de homicidio.